Truño guía de Río de Janeiro

 

 
Sao Sebastiao do Rio de Janeiro (San Sebastián del río de enero), más conocida como Río de Janeiro, denominada “la ciudad maravillosa” por su belleza, es una ciudad del centro este de Brasil, situada en la Bahía de Guanabara. Tiene 6.300.000 habitantes, 11.400.000 con el área metropolitana, en una superficie de 1.182 Km cuadrados, se trata pues de una verdadera metrópoli, la segunda de Brasil después de Sao Paolo.
Ha sido nominada para organizar los juegos olímpicos de 2016, con lo cual se prevén grandes cambios en los próximos años, especialmente en infraestructuras.
 
Su población esta compuesta por una mezcla de razas fruto de las colonizaciones de distintas épocas, y es la ciudad con una mayor influencia portuguesa de todo el país. El 53% de su población es de raza blanca, el 33% mulato, el 12% de raza negra y el resto es un porcentaje muy pequeñito de otras procedencias, especialmente asiáticos e indios americanos. A todos estos individuos se les conoce como Cariocas (que este es su gentilicio, vamos).
 
Es uno de los motores económicos del país, con muchas industrias de todo tipo, incluso petrolíferas, y una gran actividad turística. De todas formas, como pasa en casi todo el Brasil, es una ciudad de fuertes contrastes, donde la clase media es un sector minoritario en comparación con las ciudades europeas, y la diferencia entre ricos y pobres es abismal. Ambos conviven en la misma ciudad en barrios colindantes. Así pues es posible encontrarse en un barrio lujoso, y al girar la esquina encontrarte con las favelas, que es la nota predominante en casi toda la ciudad.
 
Ni que decir cabe, que con tanta pobreza, estamos hablando de una ciudad francamente peligrosa, donde la delincuencia y los índices de violencia son mucho mayores que en la mayoría de ciudades europeas, así que no recomiendo pasearse por las favelas con bermudas, camisa estampada con flores, gafas de sol, un mapa en una mano y la cámara digital colgada al cuello, a no ser que en la mano libre lleves un buen bazooka. Incluso en los barrios turísticos es aconsejable ir con cuidadín. De todas formas, tampoco hay que volverse paranoico y estar todo el viaje con miedo (en ese caso mejor quedarte en casita), siendo un poco precavido y utilizando el sentido común (no visitar zonas peligrosas sin la compañía de un guía, ir siempre como Vicente… a donde está la gente, estar un poco atento a tus pertenencias, etc.), no tiene porqué haber mucho más peligro para el turista del que haya en cualquier metrópoli del mundo.
 
Por otro lado, su situación geográfica, situada entre una bahía y una sierra y con una laguna en medio de la ciudad,  provoca que tenga un trazado urbanístico muy especial, y con mucho encanto (en mi opinión). Es una ciudad muy desordenada, con muchos barrios planitos junto a la playa y al lado otros situados de manera caótica en las montañas. Zonas muy estrechas y túneles o puentes que atraviesan las montañas para poder comunicar unos barrios con otros. Incluso al otro lado de la bahía se encuentra la ciudad de Niteroi, con la cual está bien comunicada a través del puente Presidente Costa e Silva.