Truño guía de Madrid

 

Capital de España, conocida como la Villa y Corte, tiene 3.200.000 habitantes, 6.050.000 con el área metropolitana y 607 km cuadrados. Es la tercera aglomeración humana de la Unión Europea.

Basta con pasar solo unos días en Madrid para darte cuenta de que se trata de una de las grandes capitales europeas. Tiene absolutamente todo lo que caracteriza a una gran ciudad: comercios de todo tipo, gente variopinta, diversidad de razas y clases sociales, mucha oferta cultural y de ocio, rincones acogedores y otros intimidantes, grandes parques, grandes avenidas, un tráfico infernal, dimensiones descomunales, algunos rascacielos, nudos de autopistas que la atraviesan y una muchedumbre humana que parece hacer vida en la calle la mayor parte del tiempo.                                

 

Su condición de capital del estado le ha favorecido notablemente y la ha dotado además de edificios emblemáticos que albergan organismos oficiales o sedes de importantes empresas, palacios, monumentos simbólicos y unas infraestructuras envidiables. En Madrid todo parece un poquito más grande que en el resto de España.

En una visita turística donde básicamente vas a estar por el centro, la impresión que te llevas es que Madrid es muy castiza. Es muy España. Claro que hay extranjeros haciendo turismo, pizzerías, kebabs y restaurantes chinos, pero la ciudad es de los madrileños (muchos de adopción) y sus costumbres. Es poco cosmopolita para ser una ciudad de su tamaño, y da la impresión de ser el centro neurálgico y el mayor punto de referencia de toda España (como de hecho es). 

                 

Es también muy señorial. Un casco antiguo repleto de plazas históricas y rincones entrañables, lleno de vida y ambiente la mayor parte del tiempo, con edificios muy típicos de la zona, antiguos, castizos, pero muchos con un cierto aire distinguido, y todo muy limpio y bien cuidado. Y un ensanche no exento de plazas emblemáticas con sus correspondientes monumentos, pero con grandes avenidas donde algunos rascacielos y las construcciones más modernas conviven en perfecta armonía con edificios mucho más antiguos e incluso palacios y monumentos emblemáticos.

 

Y sin duda una de las ciudades con más ambiente que he visto. No solo nocturno, que también, sino a nivel de comercios, hostelería, ocio, etc., es un fluir constante de gente haciendo uso de la ciudad y de su centro.

 

En cuanto a sus barrios; suburbiales de todas las clases sociales y por lo tanto de aspectos muy diversos, donde cada vez más y debido a la vertiginosa expansión de la ciudad en las últimas décadas (y sigue…), destaca la presencia de zonas muy nuevas y absolutamente residenciales donde parece muy lejano el bullicio de los distritos más céntricos. Mucho espacio abierto, mucho parque, y mucho barrio con edificios altos tipo colmena, sea de la clase social que sea.