Truño guía de Barcelona
Barcelona, también conocida como la Ciudad Condal, es la capital de Catalunya y la segunda ciudad de España con 1.600.000 habitantes, que alcanzan los 3.200.000 con su área metropolitana en la primera corona.
Está situada en un emplazamiento privilegiado que le permite gozar de mar y montaña, ya que sus límites a este y oeste son respectivamente el mar Mediterráneo y la Cordillera del Litoral.
Barcelona es mi ciudad. Esto puede ser una ventaja a la hora de escribir esta truño guía, por la gran cantidad de información de la que dispongo y por las opiniones personales que puedo aportar, pero también resulta un inconveniente por la dificultad que supone el ejercicio de ponerme en el lugar de un visitante ajeno, y valorar de manera objetiva donde residen sus principales encantos. Lo voy a intentar.
Creo que si una palabra se ajusta a definir la personalidad de mi ciudad, es diversidad. Barcelona es una ciudad diversa, una ciudad de contrastes e incluso contradicciones, una ciudad que arquitectónicamente combina sus siglos de historia y un casco antiguo enorme y en activo, con una renovación contínua que la convierten en una de las urbes más vanguardistas de Europa. Es al mismo tiempo cosmopolita y provinciana, pues aunque creo que el turista solo llegará a captar lo primero, sé que Barcelona es una mezcla de habitantes de raíces muy distintas, pero al mismo tiempo, tiene una fuerte identidad como capital catalana. Esto mismo la hace controvertida, rebelde y efervescente, y sin embargo al mismo tiempo tolerante y abierta. Barcelona también es dinámica, mediterránea, espontánea, abierta al mar, y en cambio es disciplinada y muy suya...
Y…buf… lo estoy haciendo muy mal, lo reconozco, estoy hablando de la ciudad que conozco tanto... y he de frenarme porque podría escribir tres folios; no creo que el turista llegue a captar todo eso, solo verá la parte dinámica, mediterránea, el contraste de lo moderno con lo antiguo, y poco más, supongo…pero bueno, que alguien te la describa un poco más profundo de primera mano, igual tampoco está tan mal, ¿no? En fin, en cualquier caso es lo que hay, esta es mi descripción. Lo he intentado.
Destacar también en positivo su gran oferta cultural, y el legado del modernismo para los que les gusten estas cosas.
Y destacar en negativo, quizás otra vez como barcelonés, la sensación de que cada vez más la Barcelona auténtica está menos en el centro y más en los barrios. El centro, que sigue siendo el gran legado del pasado que la situa en el mapa turístico con orgullo, es muy de los visitantes (ocasionales o temporales) y pese a ser precioso, a menudo nos da la sensación a los locales de ser inseguro y mal cuidado. Mi impresión es que la ciudad tiene un potencial enorme mal aprovechado, y podría ser todavía más espectacular de como se muestra.