1. Ciutat Vella
Es la zona más antigua de la ciudad, la que ya era muy parecida en cuanto a estructura de las calles durante la edad media y la que estaba dentro de las murallas cuando Barcelona era Barcino. Por supuesto es la zona más turística, y la que ofrece más cosas interesantes para recrearse en su visita.
Se encuentra situado en la parte central este de la ciudad, limitando al sur con Sants-Montjuic, al oeste con Eixample, al este con el mar Mediterráneo y al norte con Sant Martí.
La ciudad antigua de Barcelona es una de las más grandes de Europa. No obstante, no todas las zonas están bien cuidadas ni son recomendables para pasear a según que horas. En este apartado no haré demasiado hincapié en ello, ya que cuando hable de la visita a la ciudad, sí que recomendaré cuales son las calles o zonas por las que puede resultar atractivo y seguro hacer turismo.
Pero la característica que, a mi modo de ver, hace de Ciutat Vella un lugar muy seductor, es que está muy viva. No es un barrio museo como ocurre en los cascos antiguos de muchas otras ciudades, sino que sigue siendo una zona habitada, por un lado por gente de clase media baja y muchos inmigrantes, que van a parar a pisos viejos, baratos y sin reformar, que abundan en sus calles, pero también por clase media que lleva toda la vida en el barrio e incluso por gente más bien situada, o por extranjeros que pasan una temporada más o menos larga, y que eligen estos barrios como lugar de vivienda atraídos por su encanto y por su historia. Esta convivencia de clases sociales, mezclado con la multitud de turistas y de ciudadanos de otros barrios que circulan por sus calles, y con la cantidad de comercios y establecimientos de todo tipo que contiene por su condición de centro, y todo ello ubicado en este enclave medieval tan singular, con sus estrechas callejuelas y siglos de historia a sus espaldas, lo convierte en el verdadero corazón de la ciudad, en un centro histórico auténtico todavía en activo.
Lo componen los siguientes barrios:
BARCELONETA:
Limita al sur con el Port Vell, al oeste con la Ronda del Litoral, al norte con la Villa Olímpica y el Port Olímpic, y al este con el mar Mediterráneo.
Es un barrio construido en el siglo XVIII, ganando terreno al Mediterráneo, ya que antes de urbanizar era una isla. Al principio estaba habitado por pescadores y gente dedicada al mar.
Actualmente, y aunque el tipo de viviendas ha cambiado desde entonces, conserva todavía ese encanto especial de barrio marinero, con callejones estrechos alineados formando un trazado cuadriculado, algunos edificios afectados por la humedad, ropas tendidas en los balcones, y un ambiente popular que parece vivir al margen del resto de la ciudad.
No obstante, que nadie se lleve a engaño, es un barrio cutre, con bastante inmigración, algunos problemas sociales, y no es especialmente seguro. Pero si circulas por sus calles principales, repletas de gente y de restaurantes, no tiene más peligro que cualquier otra zona de la ciudad (de hecho es parte recomendada en mis recorridos), y si te metes por sus callejones (que también lo aconsejo), tampoco tiene por que pasarte nada siempre que lo hagas de día y vayas con un poco de cuidadín (tampoco es el South Bronx de Nueva York). Simplemente conviene que sepas que por mucho que hable de un barrio portuario con encanto, no te vas a encontrar gente vestida de marinerito, asomados a las ventanas y cantando sonrientes “el meu avi va anar a Cuba” y “al pasar la barca me dijo el barquero…”, sino edificios destinados a la clase media baja y algunas pintillas por las calles entre, como suele suceder en este tipo de barrios, mucha buena gente.
Lo más interesante es:
- Su paseo marítimo junto a la playa, una de las más animadas de la ciudad tanto de día como de noche.
- El Paseo Joan de Borbó, con muchas terrazas y restaurantes de todo tipo, aunque principalmente de pescados frescos y mariscos, y con vistas al Port Vell (puerto viejo).
- la Torre del Gas, que es una superviviente de lo que era antiguamente la fábrica de gas (catalana de gas). Es modernista, obra de Josep Domenech i Estapà. Es de principios del siglo XX, y se encuentra situada en el paseo marítimo junto al parque de la Barceloneta, en realidad ya saliendo del barrio y llegando a Vila Olímpica.
- La fábrica del sol: es un edificio modernista que antiguamente eran las oficinas de la fábrica del sol, con lo cual está también en el parque de la Barceloneta, muy cerca del anterior, y actualmente es del ayuntamiento y se encarga de temas de sostenibilidad y medio ambiente, y dejan visitarla por dentro. Es de Josep Doménech i Estapà, 1907.
- Palau de Mar: Está en la plaza Pau de la Vila s/n, junto al Port Vell. Es un edificio portuario del siglo XIX que se construyó como almacén de comercio, y que hoy alberga un museo, el departamento de bienestar social de la Generalitat, y muchos restaurantes que con sus terracitas junto al puerto, suscitan un clima muy agradable.
-En la punta de la Barceloneta, ya alejado de los edificios y hasta de la civilización, está el hotel Wela, que tiene forma de vela, que es de lujo, y también es un sitio donde ir a comer, a tomar algo en plan chillout, o incluso a una discoteca que tiene en una de sus plantas de arriba, aunque no estés hospedado allí, o sea que forma parte de la noche barcelonesa y aunque el hotel como tal sea muy caro, ir a tomar algo es asequible. Pero al final, sobre todo lo nombro porque forma parte desde su construcción en 2009, del skyline de Barcelona, y más o menos todo el mundo sabe lo que es y lo tiene presente.
Como curiosidades tenemos:
- La Torre del reloj: en el muelle de pescadores, junto a la calle Escar. Es el antiguo faro del puerto en el siglo XVIII. Al perder su función (llegaron tiempos modernos con nuevas tecnologías), se le instaló un reloj, a principio del siglo XX, que le permitió seguir siendo un edificio útil (en aquella época tenían su importancia los relojes de las calles).
- El barrio del Somorrostro, hoy desaparecido, fue el más representativo de la Barcelona de barracas de la época franquista. Desde 1915 hasta 1966, que fue el año en que desaparecieron las últimas, unas 18.000 personas, entre gitanos e inmigrantes recién llegados y sin recursos, vivían en condiciones muy precarias en este barrio, a pie de playa, olvidado de la mano de Dios y especialmente de las autoridades del momento. De ahí salieron artistas del flamenco como Carmen Amaya, y sobre él se rodó una película, Los Tarantos.
Ocupaba el espacio situado entre la Torre del Gas hasta la calle Marina, aunque fue creciendo hasta llegar a Bogatell.
Actualmente y en recuerdo al barrio, la playa situada entre el Hospital del Mar y la Villa Olímpica, se denomina playa del Somorrostro.
- Las fiestas del barrio son la última semana de septiembre.
Restaurantes:
Es zona de restaurantes, así que hay tropocientos mil. Yo como siempre solo nombraré los que he ido y me han gustado especialmente, o bien alguno que otro que aunque no haya ido sé que tiene algo especial.
La Barceloneta: Escar, 22, Moll dels Pescadors. Cerca de la torre del reloj. Está especializado en mariscos, pescados y productos del mar. Pica bastante.
Altamar: Pg. Joan de Borbó, 88. Es uno de los que no he ido, pero lo nombro porque sé que es curioso y puede interesar. Situado en una torre a 75 metros por encima del mar, para llegar a él en teleférico (también puedes subir en ascensor, claro). Impresionantes vistas de Barcelona y del Mediterráneo, mientras estás comiendo o cenando. Cocina mediterránea, especialmente pescados. Es muy caro.
Carballeira: Reina Cristina, 3. Marisquería muy buena, pequeñita, con un ambiente y decoración muy marineros. Está por los callejones antes de llegar a la Barceloneta y a Palau de Mar. Yo solo fui un par de veces de muy joven, pero lo pongo como homenaje a mi difunto tío que le gustaba mucho ir y era asiduo. Es carito, incluso para ser marisquería no es de las baratas.
La Cova Fumada: Baluard, 56. Es una antigua bodega con barriles y sillas de mármol. Sardinas recién llegadas del mar, alcachofas a la plancha, judías hervidas y bombas picantes. Barato porque es comer de tapeo (a no ser que te acabes el barril, claro).
El merendero de la Mari: Pau de la Vila s/n. En el Palau de Mar. Terracita muy agradable rodeada de ambiente y buenas vistas al puerto. Comida marinera, mediterránea, etc. A ver, para comer barato no es, te vas a dejar pasta, pero para lo que es y el tipo de producto que ofrecen, está bien de precio.
La Mar Salada: Pg. Joan Borbó, 58. Vistas al Port Vell. Comida marinera bien elaborada. Bastante asequible y bien de precio. Es un sitio como hay más por ahí, pero yo he ido bastante porque no es de los caros y comer siempre he comido bien.
Ca La Nuri platja: Pg. Marítim de la Barceloneta, 55. Su terraza está situada en la misma arena de la playa. Está delante del Hospital del Mar. Comida marinera. Precio más de lo mismo del anterior, evidentemente el marisco y la playa se paga, pero para lo que es no está mal de precio.
Can Ganassa: Plaça de la Barceloneta/ San Miquel. Tapas variadas y muy buenas. También te hacen una paella. Precio algo superior a lo que nos tienen acostumbrados los bares de tapas, pero no en exceso. Está situado en una entrañable plaza, con lo cual tapear en su terracita resulta muy agradable.
La barca del Salamanca: Carrer Pepe Rubianes, 34. Muy típico, todo el mundo lo conoce por la ciudad. Lo fundó hace años un tal Silvestre, un salmantino que aun se deja ver por ahí, y curiosamente la comida no es salmantina, sino mediterránea, con un poco de todo; tapas, pero sobre todo arroces, pescados y mariscos. Tiene muchas salas, terraza con vistas al mar, y lógicamente pica porque el producto es lo que es, no vienes a comerte un bocadillo y unas patatas bravas…pero para lo que es (me metí una mariscada entre pecho y espalda y me hinché a vino blanco), no lo encontré caro.
Metros: Barceloneta (línea amarilla y ferrocarriles catalanes).
SAN PERE, SANTA CATERINA Y LA RIBERA (EL BORN):
Son los tres barrios que se encuentran al norte de Vía Laietana, al este de la plaza Urquinaona y la calle Trafalgar, al oeste de la Ronda del Litoral y al sur del Arco de Triunfo, el Pg. De Pujades y la calle Wellington.
Es una zona que conserva totalmente su estructura medieval, aunque los edificios se fueron renovando y casi todos son del siglo XVIII. Fueron los barrios que nacieron en el siglo XI como consecuencia de la primera expansión de la ciudad más allá de las murallas romanas. Durante la edad media fue la zona más comercial y donde se concentraban todos los oficios.
Los dos primeros barrios, pese a su proximidad con el centro, son bastante más tranquilitos y alejados del meollo.
El barrio de San Pere es el que cae más al oeste, y sus calles principales son San Pere més alt, Sant Pere Mitjà i Sant Pere més baix. Su principal atractivo es el Palau de la Música, uno de tantos edificios modernistas de la ciudad, con una sala de conciertos espectacular, patrimonio de la humanidad.
El barrio de Santa Caterina, es el que cae en medio de esta zona, aproximadamente entre Avda. Francesc Cambó y la calle Princesa. Lo más destacado es su mercado.
El barrio de La Ribera, que incluye el Born, es la parte este de la zona y desemboca en el Pg.Isabel II, la Plaça Pla de Palau y más al este de estos, la Barceloneta. Sus calles principales son Montcada y Pg.del Born.
Este barrio me tiene enamorado, de ahí que ya lo nombrase en el apartado de fiesta nocturna, que lo haga ahora y también lo volveré a hacer cuando hable de la visita turística. Es la parte mejor cuidada del casco antiguo, y en los últimos años se ha puesto de moda hasta el punto de que se ha instalado en él un ambientazo con multitud de terrazas, restaurantes e incluso galerías de arte.
Su mayor atractivo arquitectónico, es la iglesia gótica de Santa María del Mar, del siglo XIV y protagonista de un libro de éxito titulado “la Catedral del Mar”, ambientado en esa época.
Otro atractivo es lo que antiguamente era el mercado del Born, que hoy es el centro de cultura y de memoria de Barcelona, que es como un museo sobre como era la Barcelona de 1714, año en que cayó en la guerra de Sucesión.
Al norte del barrio, aunque ya alejado de los callejones, en el Pg. Pujades nos encontramos con uno de los pulmones de la ciudad, y del que también hablaré más adelante; el parque de la Ciudadela.
Curiosidades:
- En la calle Princesa, 11, está la tienda Rey de la Magia, una curiosita tienda dedicada a artículos de broma y magia (a mi me gusta, ¿qué pasa?). Bastante cerca, en la calle Oli, casi tocando a la vía Laietana, hay un pequeño museo de magia, que solo abre los jueves de 18 a 21.
- En el Paseo Picasso,22, están los que probablemente sean los mejores baños árabes de la ciudad. Aire Ancient Baths. Situado sobre el terreno que antiguamente ocupaban también unos baños, justo en la antigua muralla de la ciudad. Muy relajante; piscinas de agua con distintas temperaturas, burbujas y salada, y sauna.
- En la calle Comerç, 36, está el museu de la xocolata, donde hablan de la historia del chocolate, exponen algunas máquinas antiguas y unas monas (tartas de chocolates con forma de algo, normalmente personajes de dibujos) espectaculares.
Abren de lunes a sábado de 10 a 19 hora peninsular (claro).
- En el barrio de la Ribera, justo delante de la iglesia de Santa María del Mar, hay una especie de arco rojo con una llama en homenaje a los caídos durante la batalla del 11 de septiembre del 1714, cuando las tropas de los Borbones asediaron Barcelona por el barrio de la Ribera.
- En el parque de la Ciudadela está el Zoo de Barcelona. Durante años fue famoso porque allí habitaba el único gorila blanco en cautividad, Copito de Nieve (Floquet de Neu en catalán). Era blanco porque era albino, no porque fuese de ninguna raza especial. Debo decir que este entrañable animalico que se convirtió en uno de los símbolos de la ciudad, en realidad con el tiempo acabó siendo un cachondo que ya habituado a las continuas miradas de la gente hacía todo tipo de gestos e incluso era dado a la búsqueda del placer individual sin importarle cuanta gente estuviese observándole. Murió en 2003 de un cáncer de piel a los 39 años. Dejó descendencia pero ninguna blanca. Su ADN se conserva en el zoo, con lo cual sería posible su clonación, aunque… yo que sé ¿no?
- Las fiestas del casco antiguo, son a finales de junio.
Restaurantes:
Especialmente por el Born, hay muchísmos restaurantes porque es zona de eso. Yo solo recomendaré tres, uno por clásico, aunque he ido, y los otros porque son los que suelo ir, y aunque he probado alguno más y no estaba mal, la atención solo me la han llamado estos (lo cual no quiere decir que no haya más e incluso mejores, ¿eh? Estos son los míos…).
Por la zona del Born hay tropo cientos mil. Yo solo nombraré unos pocos, que además no tienen por que estar en medio de todo el meollo, sino por allí cerca.
Plà de la Garsa: Assaonadors, 13. Cocina mediterránea y catalana especialmente. Platos muy gustosos y originales. La decoración es muy bonita, recordando a un local de principios de siglo XX. La relación calidad-precio es buena.
Il Passatore: Pla de Palau, 11. Restaurante italiano. Buenas pizzas y comida itlaiana en general, pero es cierto que hoy en día hay muchísimos restaurantes italianos en la ciudad de la misma calidad. Pero este para mi es entrañable porque es de los primeros que hubo y he ido desde joven hasta ahora mil veces, y en cualquier caso la decoración del local, un ambiente bohemio, muy típico del Born con gente variopinta y bastante extranjero, y por supuesto la comida, lo hacen recomendable para mí.
Set Portes: Pg. Isabel II, 14. Es un clásico de la ciudad.. En realidad esta entre el Born y la Barceloneta, ya afuera de los callejones en Pla de Palau. Existe desde el siglo XIX, cuando solo era un café que tenía 7 puertas de acceso para los clientes, más una para servicios. Tiene varios salones, y por su decoración parece lo que es, un restaurante de otra época. La cocina es típica catalana, pero selecta, creativa e innovadora. El precio es tirando a carito.
Metros: Arc de Triomf (línea roja), Urquinaona (línea roja y amarilla), Jaume I (línea amarilla. Los dos primeros son los mejores para ir a San Pere y Santa Caterina, y el último para ir a Santa Caterina y La Ribera.
RAVAL:
Es la parte del casco antiguo situada a la derecha (bajando) de las Ramblas, ocupando toda ella de oeste a este. Su límite sur es la Avda. Paral.lel.
Se le conoce popularmente como barrio Chino, aunque chinos hay poquitos en comparación con otras razas. Es probablemente la zona con mayor diversidad étnica de la ciudad.
El barrio tiene su peligro, especialmente de noche. Las calles más cercanas a Pelayo, es decir, arriba de la Rambla, son bastante seguras, y la zona más peligrosa, que se llena de putillas, camellos, tugurios rocambolescos y un ambiente un tanto surrealista, especialmente por la noche, es la zona de las calles San Ramón, Marqués de Barberà, etc. Más o menos el tramo que cae entre Sant Pau y Nou de la Rambla (a la altura del Liceo). Por otro lado, cuanto más cerca de la Rambla, más gente hay y más sensación de seguridad tienes.
De todas formas, de día tampoco es ningún suicidio entrar, simplemente ir con un poco de cuidadín y que no se note mucho que eres turista. Cada vez hay más universidades, oficinas públicas y privadas, y el barrio de día suele estar lleno de gente de todas partes, e incluso por la noche el fin de semana también hay gente que sale por allí a tomar algo, con lo cual la sensación de inseguridad no es tan grande. Ahora bien, ya te digo yo que quinquis hay y que vayas al lorito con tus pertenencias y con donde te metes. Yo como ciudadano he entrado muchísimas veces y no he tenido jamás problemas (miento, una vez me atracaron, aunque era de noche).
Aun y así, no lo aconsejo, ya que aunque puedes encontrar cosas interesantes, y es un barrio formado por callejuelas con encanto (aunque bastante cutres), no vas a ver nada que no puedas encontrar en otras partes de Ciutat Vella, salvo algunos sujetillos dispuestos a ufanarte la cámara y la cartera, o a venderte hachís o lo que se tercie ( a lo mejor te interesa).
Lugares destacados:
- Las Ramblas: claro, por supuesto. Ya hablaremos de ellas.
- Mercat de la Boquería: ya he hablado de él antes. Está en la misma Rambla, así que “cap problema”. Alrededor hay muchísimos bares, y dentro del mercado muchos puestecitos para desayunar. El más famoso siempre ha sido el Pinotxo, pero tras jubilarse el dueño, los familiares de este lo trasladaron al mercat de Sant Antoni, más moderno pero conservando su estilo culinario.
- Liceu: En la Rambla, un poquito por debajo del anterior. Es uno de los teatros de Opera más prestigiosos del mundo. Fue construido en el siglo XIX, y reconstruido otra vez en 1999, tras un incendio en 1994, provocado por dos operarios que trabajaban con un soplete para instalar un sistema antiincendios (genial…).
- Palacio Guell: otra obra modernista de Gaudí. Un encargo particular que le hizo el señor Guell (un señor). Tampoco la tengo yo por uno de los sitios interesantes de la ciudad, pero si te va el rollo modernista, pues eso, aquí hay un palacete más.
Está en la calle Nou de la Rambla, y no debe asustarte adentrarte en ella si tienes mucho interés en verla, es una calle principal (para lo que son las calles en ese barrio) y transitada, y está tan solo a unos cincuenta metros de la Rambla, al ladito de la Caixa y enfrente del Hotel Gaudí.
- La Rambla del Raval: Hasta hace no muchos años era una zona degradada, llena de prostíbulos, camellos y tugurios. Se renovó, echando abajo algunas manzanas de edificios, y hoy en día es una bonita rambla llena de palmeras y terrazas, con mucho ambiente a todas horas y en absoluto peligrosa, donde va gente de toda la ciudad y parte del extranjero. Destaca también una escultura de un gato de Botero que hay en medio la Rambla.
Eso sí, algunas de las calles de alrededor ya son otra historia.
- También hay alguna iglesia y algún monasterio muy antiguos, pero a no ser que estés terriblemente interesado y tengas un deseo de verlas que no lo puedas resistir (hay gente para todo, yo, sin ir más lejos, hago guías que no lee nadie…), yo no lo visitaría, aunque te venga indicado en tu guía favorita (que no es la mía, supongo). Una vez me metí en una de ellas por trabajo (creo que era el monasterio, pero no estoy seguro), y en el patio de entrada había una congregación de yonkies y vagabundos (debían celebrar algún congreso), que a mí me ignoraron porque no les debí parecer muy interesante con mi ropa de currante, pero cuando salí, entraban dos incautos con bermudas, la cámara al cuello, un mapa en una mano y consultando la guía que llevaban en la otra. Estos tuvieron suerte de que les pude avisar, pero cuantos otros habrán entrado siguiendo las indicaciones de alguna guía, y cuantos habrán salido por patas…
Pequeñas y tontonas curiosidades:
- En las Ramblas, 121 (junto a la calle Hospital), está la farmacia más antigua de la ciudad, data de 1850, se llama Masó, y en su fachada hay esculturas de un tal Ismael Smith.
- En las Ramblas esquina con San Pau, hay un bar de 1902, con una decoración muy peculiar, que antaño era modernista. Se llama “la ninfa del american soda”.
- El barrio fue protagonista de una serie de comics durante las décadas de los 80 y 90. Se trata de “el Makinavaja: el último choriso” del dibujante Ivà, cuyas historietas se publicaban semanalmente en la revista el Jueves.
El protagonista Maki era un delincuente de los de antes, con chupa de cuero y tupé, entre chulito y filósofo callejero, que reflejaba en tono de humor la realidad del barrio y caracterizaba muy bien un tipo de personaje habitual en las calles de los barrios bajos de la Barcelona de la época.
El Makinavaja se ha adaptado al cine, al teatro y a la televisión.
- En las Ramblas, 115, hay un reloj que tiene su importancia porque en el siglo XIX era el que marcaba la hora oficial de la ciudad.
- La fuente de Canaletas, al principio de todo de las Ramblas y conocida principalmente por ser el lugar de celebración de las victorias del Barça, tiene una pequeña leyenda que dice que quien bebe en ella vuelve a la ciudad. El motivo por el cual se celebran las victorias allí, es porque antiguamente se ponían los resultados junto a la fuente, y así es como mucha gente se enteraba de lo que había hecho su equipo.
- Personajes ilustres del Raval son Peret, Manuel Vázquez Montalbán, Terenci Moix o Carmen de Mairena.
-Y un poquito más arriba del Liceo pero en la otra acera, tenemos una casa modernista que no es de las más famosas pese a su privilegiado emplazamiento. Se trata de la casa Bruno Cuadros. Este era un comerciante paragüero que cuando su negocio prosperó, propuso al propietario del edificio, construir otro mucho más destacado, y para ello contó con el arquitecto modernista Josep Vilaseca. Hablamos del 1883 aprox. La casa está decorada con paraguas y escritos anunciando su condición.
- Las fiestas del Raval son a mediados de julio. Después también están las fiestas de Roser, en la Rambla, que son la segunda semana de octubre.
Restaurantes:
- L’ Antic Forn: Pintor Fortuny, 28 (es una de las que desemboca en las Ramblas). Cocina tradicional, catalana y brasas. Precios asequibles.
- El Cafetí: San Rafael, 18 (por allí en medio de todo el meollo, entre Hospital y Sant Pau). Decoración del siglo XIX. Cocina de mercado con muchas innovaciones. Sus arroces son exquisitos. Precios asequibles..
Metros: Liceu (línea verde), Catalunya (línea verde y roja) y Drassanes (línea verde).
GÓTIC:
La zona comprendida entre las Ramblas (bajando a la izquierda) y la vía Laietana, por debajo de plaza Catalunya y por encima del Port Vell y el Moll de la Fusta.
Aquí nació Barcelona. Es la parte más antigua de la ciudad, la que ya existía hace más de 2000 años, donde se sentaron los layetanos en el VII a.c., donde construyeron los romanos su forum, y lo que posteriormente pasaría a ser la ciudad medieval, antaño encerrada en murallas. Aunque de esas épocas, no quedan más que restos, vestigios y algunas iglesias, porque el barrio se reformó durante el XIX y de ese siglo son la mayoría de sus edificios. No obstante, la antigüedad de sus fachadas, sus callejones estrechos y su morfología laberíntica, lo convierten en un barrio que te traslada a otra época y que no puedes dejar de visitar (aunque por mí haz lo que te dé la gana, que nadie me llame mandón).
Tiene algunos edificios góticos, como la catedral, pero en realidad el estilo de la mayoría de sus fachadas es posterior al gótico, así que no sé porque se llama así (igual por la catedral).
Algunas partes están mal cuidadas, especialmente las menos turísticas, y sus callejones estrechos, si no están atestados de gente, pueden activar cierta sensación de peligro, pero no tiene nada que ver con su vecino Raval, y en principio no es más peligroso de lo que lo pueda ser cualquier otra zona turística donde siempre puede haber cacos al acecho del incauto.
El barrio se divide a su vez en muchas barriadas, como El Call (barrio judío), Santa Ana, Catedral, Santa María del Pí, Santos Justo y Pastor, el Palau y la Mercè. Cada uno de ellos (tampoco estoy seguro de si todos), tiene sus propias iglesias, aunque yo no hablaré de ello en mi guía, ya que soy un turista más bien urbano y no me interesa demasiado, así que si eres de ver iglesias consulta otra guía.
Lugares destacados:
Hay muchísimos, y no los voy a nombrar todos, pero sí los más importantes y no hablaré de ellos ni pondré foto porque ya lo haré en el apartado de visita a la ciudad.
- Las Ramblas: claro, por supuesto. Ya hablaremos de ellas. ¿Soy repetitivo?
- Catedral
- El Call: antiguo barrio judío.
- Plaça Sant Jaume, con el ayuntamiento y el Palau de la Generalitat (gobierno de Catalunya).
- Plaça Reial.
- Estatua de Colón, Maremagnum, Paseo Colón y Moll de la Fusta.
Pequeñas y tontonas curiosidades:
- El Moll de la Fusta, en realidad se llama muelle Bosch i Alsina, pero se le llama así porque aquí se guardaba en el pasado la madera que debía ser exportada desde el Port Vell.
- En la fachada del Corte Inglés de plaza Catalunya, en la calle Fontanella (en el límite del barrio y todavía fuera de los callejones del casco antiguo), hay un detalle modernista, llamado el Mirador del Conde (no confundir con donde cagó el conde). Se trata de una ventana modernista que pertenecía a la casa que había allí hasta que se construyó una expansión del corte inglés en 1990, y ante algunas protestas ciudadanas, decidieron conservar este elemento.
- En Pº Colón, 2, está la casa donde Cervantes (el manco que escribió el Quijote con la otra mano, por si eres aun más burro que yo y no lo sabías) vivió un tiempecico que estuvo en Barcelona. Es del siglo XVI, y su aspecto, aunque restaurado, es el original. Hay una plaquita que lo indica.
- Esgrafiados: se trata de un arte del siglo XVIII, que consistía en restaurar fachadas mediante dibujos con arena de playa proyectada sobre estuco. Hay muchos, especialmente en los barrios de San Pere, Santa Caterina y el Gótico. Pero yo lo pongo en este barrio porque solo pienso poner un par de ejemplos y están aquí. Ahí los lanzo: Escudellers, 44, muy cerquita de la plaça Reial, y otro en la plaça del Pí, justo delante de la iglesia. Este último es el más antiguo que hay en la ciudad.
- En la torre derecha de la catedral, si tienes mucho tiempo y paciencia, puedes entretenerte en buscar unos caracoles esculpidos en piedra. Parece ser que se pusieron como recordatorio de una plaga que hubo en el siglo XVI, pero existe una leyenda que dice que el arquitecto constructor las puso porque al saberse víctima de una infidelidad por parte de su esposa, decidió ponerle él más cuernos todavía de los que llevaba en la cabeza, pero en este caso en forma de caracol de piedra.
- En Barcelona hay una calle que es la de la magia. Se trata de la calle Estruc, que parte de Fontanella, calle que une Plaza Catalunya con Plaza Urquinaona. Los números de los portales están indicados con referencias mágicas y mitológicas. Y a lo largo de la calle hay muchas referencias al esoterismo. Y en el número catorce se dice que vivía un brujo llamado Astruc, de ahí el nombre de la calle, y eso era en el siglo XV.
- Más ruinas romanas. Detrás de la catedral, en la calle Paradís, nos encontramos con unas columnas pertenecientes a los restos de un templo romano dedicado a Augusto (un señor, romano él). Están dentro de un edificio que pertenece al centro excursionista de Catalunya, pero se pueden visitar gratuitamente.
- En la plaça Sant Just con calle Daguería, una travesía de Jaume I, se encuentra la fuente más antigua de la ciudad. Tiene siete siglos de vida. Justo en la misma plaza hay una bonita iglesia.
- La Basílica de la Mercé, situada en la plaça de la Merçe, al este del barrio gótico, casi tocando a Pº Colón, es la iglesia de la patrona de la ciudad, La Merçe. Es del siglo XIII y barroca.
- Las fiestas del barrio son justo a mediados de mayo.Después hay otras fiestas como la de Santa Eulalia, la segunda de febrero, o la de Josep Oriol, por la plaça del Pi, a mediados de marzo, o la de San Roc a mediados de agosto.
Restaurantes:
La Fonda: Pl. Reial / Escudellers. Menús económicos, muy buenos y variados. Grandes colas. El local es bonito (BBB, bueno, bonito y barato).
La Pineda: Pí, 12. Charcutería bar. Muy bueno y mucha grasa. Muy pequeñín, por lo tanto muy difícil pillar mesa. Data del 1929.
Els Quatre Gats: Montsió, 3 bis. Al nordeste de la Catedral, en un callejón cercano a vía Laietana. Es un clásico de la ciudad. Fue inaugurado en el siglo XIX. De talante claramente modernista, e inspirado en le Chat Noir de París. A principios del siglo XX fue un bar bohemio donde se reunían artistas e intelectuales. Picasso, cliente habitual, llegó a hacer algunas exposiciones en este restaurante e incluso diseñó la portada de sus cartas.
Actualmente es un restaurante de cocina catalana, de buena calidad, y en las horas entre comidas, es bar cafetería. Pica un poquito aunque tampoco es que sea lujo.
Caelum: De la Palla, 8. Repostería de monasterio. Es una tienda donde venden dulces principalmente, pero que al mediodía también sirven comidas en algunas de las mesas que tienen. En el sótano, tienen una sala con arquitos y bóvedas que te transportan a la edad media mientras gozas de su buffet, de dulces principalmente. Es caro.
Conesa, Artesans de l’Entrepà: Calle Llibretería, 1. Como su propio nombre en catalán indica, su especialidad son sus bocadillos, muy particulares, de buena calidad y muy económicos. Es una especie de sitio de comida rápida, pero versión totalmente catalana.
Metros: Catalunya (línea verde y roja), Liceo (línea verde), Urquinaona (línea roja).