7. Horta-Guinardó
Está situado en el nordeste de la ciudad, limitando al norte con Nou Barris, al oeste con Collserola, al sur con Gracia y Eixample y al este con Sant Andreu.
Distrito habitado por gente de clase media y obrera. Contiene barrios de aspecto muy variado, algunos de ellos situados en un contexto urbano donde la sensación de estar alejado del centro, pese a ser notoria, es mucho menor de la que se da en otros lugares del distrito más periféricos y con un aspecto más suburbial.
Esta zona había estado históricamente poblada por masías, alrededor de las cuales se fue edificando durante el siglo XIX y XX hasta convertirse en lo que es hoy. Algunas de estas masías todavía se conservan, y es el distrito donde más abundan de toda Barcelona.
Pocos atractivos de cara al turista, aunque sí tiene cosas interesantes para el ciudadano.
Baix Guinardó:
Lo limitan al oeste la avda. Verge de Montserrat, al este la Calle Sant Antoni María Claret, al sur la calle Sardenya y al norte Cartagena.
Es el barrio más próximo al centro del distrito, y la zona situada por debajo de la Ronda del Guinardó (Ronda del Mig), empieza a recordar un poco al Eixample en la disposición de sus calles, aunque con bastantes más pasajes y menos chaflanes.
Lo habita en su mayoría gente de clase media.
Lo más interesante:
- Parc de les Aigues: un parquecito que son los antiguos jardines de una singular finca del siglo XIX, llamada Casa de les Altures, cuyo estilo recuerda mucho a las edificaciones árabes, y que en principio fue propiedad de Aguas de Barcelona y residencia del presidente de la compañía, para pasar a ser en los años 80 la sede del distrito. Se encuentra justo en la Ronda del Guinardó, al ladito de la entrada al túnel de la Rovira.
Restaurantes:
- Restaurante Ginés: Restaurante de barrio de toda la vida, con una decoración y una tipología que recuerda a la de un bar de barrio de toda la vida, con un salón un poquito grande, pero nada especial, pero que sin embargo están especializados en pescados y mariscos, fresquísimos (mucho más que los de Antonio Recio), que traen de su propia pescadería), y se come espectacular y a buen precio.
Metros: Alfons X.
Can Baró:
Situado por encima del anterior. Sus límites son Verge de Montserrat al este, Ramiro Maeztu al sur, Mulberg al oeste y Francesc Alegre al norte. Es la zona situada justo por encima del túnel de la Rovira (si haces un agujerito en el suelo del barrio, te caes en el túnel) y al pie del Turó de la Rovira.
Está habitado por gente de clase media y obrera.
La mayoría del barrio está compuesto por callejones estrechitos que nacieron sobre los años 20 alrededor de una masía del siglo XVII que todavía se conserva.
En la zona situada justo por encima de la plaça de la Font Castellana, en las calles Tenerife y Francesc Alegre, hay una serie de edificios muy altos y ajardinados, que habita gente de clase obrera y le dan al barrio un aspecto más suburbial.
Lo más interesante:
- Turó de la Rovira: En la parte alta del barrio, subiendo por la calle Francesc Alegre cogemos un camino que llega hasta Marià Lavernia, una calle con unas pocas casas situada en la cima. Al lado hay un conjunto histórico donde se conservan restos de antiguas barracas que existieron en la zona hasta los años 80 y también de una batería antiaérea construida durante la guerra civil. Es lo que actualmente se conoce como los bunkers y se ha convertido en un lugar frecuentado por turistas y ciudadanos, yo creo que, más que por lo mencionado, por las espectaculares vistas que ofrece de la ciudad.
Antiguamente todo el Turó de la Rovira estaba ocupado por un poblado ibérico laietano, del que se encontraron restos, pero ya no queda nada porque la base antiaérea primero y las barracas después, ocuparon su lugar.
Metros: el más cercano es el de Alfons X (línea amarilla), que está fuera de los límites del barrio.
Guinardó:
Barrio de clase media, con aspecto urbano, edificaciones de todo tipo aunque predominan las de finales del siglo pasado y sin demasiados atractivos concretos, aunque es un lugar tranquilo, bien situado y agradable para vivir.
Comenzó a urbanizarse a finales del siglo XIX, y hasta entonces era un terreno de montaña, lleno de campos de cultivo y masías que pertenecía a la parte alta del pueblo de Sant Martí de Provençals.
En este territorio vivió, en el siglo XVII, Juan de Austria, el héroe de la batalla de Lepanto. Interesantísimo, ¿verdad?.
Sus límites son la calle Cartagena al sur, Sant Antoni MªClaret al este, Pg. Maragall al norte y el parc del Guinardó al oeste.
Lo más destacado es:
- Hospital de Sant Pau: Situada su fachada principal en el límite del barrio, Sant Antoni Mª Claret con Cartagena, es una obra modernista del 1902, de Lluís Doménech i Muntaner, y declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Es una de las obras modernistas más grandes de la ciudad. En 2009 acabaron de construir una parte nueva, que es la que actualmente está en activo. La parte antigua, la interesante desde el punto de vista turístico, está abierta al público (pagando, claro, que esto es Catalunya).
Aprovecharé para contar una tontona y pequeña curiosidad. Hasta el 2009, toda la parte modernista fue hospital en activo, y desde siglos atrás, ya que en su mismo emplazamiento estaba ya en el siglo XV el hospital de la Santa Creu. Eso significa muchas muertes en esa parte del mundo, claro. Pues bien, esto no es una anécdota que corra por la ciudad, sino algo que me contó alguien de primera mano y probablemente no sepa casi nadie, ni por supuesto es nada contrastado, pero me ha dado la real gana de ponerlo aquí; me contaron que el personal que ahí trabaja, especialmente el personal de seguridad que se queda solo por la noche, sabe que el sitio está encantado, que las miles de almas que allí murieron por su condición de hospital, pululan por ahí, y se van manifestando cuando les apetece. A saber…pero curioso.
- Parc del Guinardó: un parque natural situado en el extremo oeste del barrio, y que contiene unos bonitos jardines.
Curiosidades:
- La zona del Pg.Maragall comprendida más o menos entre la Ronda del Guinardó y Verge de Montserrat, se la conoce como “los quince”. Esto se debe a que antiguamente pasaba por allí el tranvía 46 que venía de plaza Urquinaona, y el precio del billete cambiaba según la parada en la que te bajases. Cuando pasaba por este punto, cuyo importe del billete eran 15 céntimos, el conductor gritaba en voz alta “¡los quinceeee…!”, para que se bajasen todos aquellos que no quisiesen llegar a los 20, que era en Torre Llobeta. Y se quedó el nombre hasta nuestros días.

- Personajes ilustres del barrio: Yo.
Restaurantes;
- Bodega Luís: Pinar del Río, 74, esquina Pg. Maragall. Bodega tradicional regentada por la familia de toda la vida, donde la gente del barrio e incluso de otros puntos de la ciudad, se reúne los domingos por la mañana para degustar sus exquisitos vermuts, servidos encima de barriles.
Metros: Maragall (líneas amarilla y azul), Guinardó- Hospital de Sant Pau (línea amarilla).
Font d’en Fargues:
Es la zona situada por encima del Pg. Maragall y por debajo del parc del Guinardó, limitándolo también las calles Llobrégós, Rambla del Carmelo y Camil Oliveras.
Es una zona muy residencial, con calles empinadas y alejadas del ruido del tráfico y el bullicio de la ciudad, pese a estar a solo un paso. Muchas de sus edificaciones son torrecitas, algunas de ellas de principios del siglo XX, y edificios de poca altura que han sustituido a otras torres que había antiguamente.
La gente que vive aquí es de clase media o media acomodada.
Curiosidades:
- El barrio siempre ha destacado por la calidad del agua de sus fuentes, y en el siglo XIX había muchas por la zona, entonces apenas urbanizada, y se organizaban fiestas alrededor de ellas.
- Durante el primer cuarto del siglo XX, se construyeron muchas torres para periodistas, de ahí el nombre de una de sus calles más conocidas, Perís Mencheta, que era un empresario de prensa.
- El nombre del barrio viene de un tipo, Fargas, que es el que promovió la construcción de torres en el barrio a principios del XX.
- Personajes ilustres: Joan Salvat Papasseit, poeta, que vivió aquí en la última etapa de su vida.
Lugares de interés:
Can Carabassa: Situada en la calle Peris Mencheta. Es una torre señorial del siglo XVIII, que ya existía antes en forma de masía y era propiedad de la familia Melgar. La familia Carabassa, que la adquirió posteriormente, la convirtió en una torre de estilo neoclásico y vivieron en ella varias generaciones. Pasó por otras familias, y actualmente es un colegio privado, con lo cual, si la quieres visitar, tienes que inscribir a tus hijos en el colegio, y para ello, estar empadronado en el barrio, o tener un hermano ya dentro para tener más puntos y bla, bla, bla (todo un marrón visitarla, tío…).
Can Fargues: Es una de las masías más antiguas de la ciudad,y probablemente la más bonita. Data del siglo XIV, aunque tiene una torre románica que es del siglo XI. Está en la esquina Perís Mencheta con Paseo Maragall. En la puerta pone “Villa Margarita”, porque una de las últimas propietarias se llamaba Margarita Wall (nada que ver con la famosa canción de Pink Floid).
Las últimas noticias que tengo es que la última propietaria, una tal Ofelia Rosselló, descendiente indirecta de Fargas, vendió la finca, y tras meterse Nuñez y Navarro por en medio con sus fines especulativos, se negoció y se consiguió que fuese propiedad del ayuntamiento, que hizo una escuela de música, y eso es lo que es actualmente. Aparte, sus jardines están abiertos al público gratuitamente, como si de un parque más de la ciudad se tratase.
Restaurantes:
- La Casa de los Navarros: Pg. Maragall, 377. Gastronomía vasca y navarra. La relación calidad precio está bien. Es amplio e ideal para grupos, y un servicio atento.
Está construido sobre el terreno que antiguamente era la capilla de la masía de Can Fargas.
Metros: Aunque están fuera de los límites del barrio, los más cercanos son Maragall (línea azul y amarilla) y Horta (línea azul y más cercana a la zona de Peris Mencheta.
Horta:
Lo limitan las calles Llobregós y Petrarca al este, el Paseo Fabra i Puig al norte, Rambla Carmelo Avda. Ciencies y Avenida Estatut al sur, y la montaña de Collserola al oeste.
Fue uno de los pueblos más antiguos de los alrededores de Barcelona. Se tienen referencias de él ya en el siglo X. Se anexiona a Barcelona en 1904.
Hoy es un barrio de clase media que contiene partes muy diferenciadas, algunas que recuerdan al pueblo que fue, otras calles, como Campoamor, con viejas mansiones de cuando era un barrio rico a finales del XIX y principios del siglo XX, y una gran parte del barrio, menos atractiva, con bloques de edificios típicos de barrios residenciales fruto de la especulación urbanística de finales del siglo pasado.
Curiosidades:
- En la edad media, el pueblo de Horta creció mucho por la cantidad de agua que había en el barrio. A principios del siglo XX, se convirtió en el lavadero de la ciudad, de tal modo que se llenó de lavanderías donde se lavaba la ropa de toda Barcelona. Entre la calle Dante Alighieri y Llobregós, todavía se conserva una colonia de casitas unifamiliares humildes, en la calle Aiguafreda, donde se pueden ver algunos lavaderos de aquella época.
- El nombre viene de que, en los siglos XI, XII y XIII, los propietarios de los terrenos donde actualmente está el barrio, eran la familia Horta (de los Horta de toda la vida).
- La Font del Gos es una barriada perteneciente a este barrio, situada justo por encima de la Ronda de Dalt, al pie de la montaña de Collserola y cercano al Tanatorio de Horta. Se construyó espontáneamente para acoger a la ola de inmigración de mediados del siglo XX, y su aspecto es totalmente rural, con casitas bajas de pueblo y huertos.
Lo más destacado:
- Plaça Eivissa y sus alrededores: Es el corazón del barrio. Tiene aspecto de plaza principal de pueblo, y siempre tiene mucho ambiente. Es muy recomendable tomarse algo en cualquiera de sus terracitas, mientras disfrutas de uno de los lugares más bonitos y relajantes de la ciudad.
Es normal que alabe tanto esta plaza, no en vano yo no hubiese nacido, y esta truño guía no existiría, si no fuese porque mis padres se conocieron allí.
Las callejuelas de alrededor todavía conservan la estructura y muchos de los edificios de cuando era un pueblo.
No voy a decir que sea una parte que tengas que venir a visitar expresamente si eres un turista, porque Barcelona tiene muchos otros encantos y necesitas muchos días para acabarlos, pero si tienes la suerte de pasar cerca por lo que sea, o bien vienes para muchos días y quieres ver alguna zona agradable alejada del centro, para mí esta una de las más recomendables (seguramente hay más, pero yo es de las que más conozco y por eso la recomiendo).
- Pl. Bacardí: Si desde Plaza Eivissa, llegas a Tajo, y la cruzas y sigues por un callejón llamado Duero, llegas a la Plaza Bacardí, otra pequeña placeta peatonal con encanto, más pequeña y cuadradita que la anterior, pero también llena de bares y restaurantes con sus terracitas e incluso algún que otro bar nocturno. Mucho ambiente, ya sea por la noche o incluso por el día donde puedes ver a la gente tomando un vermut, jugando a ping-pong en una mesa que hay, o a tropocientosmil niños corriendo y jugando en su mini parque infantil salvaguardados del peligro de los coches.
- Calle Dante Alighieri: Una calle estrecha pero muy transitada, que sin tener nada especial desde el punto de vista estético, destaca porqué es muy comercial, al igual que sus calles perpendiculares que van a parar a Lisboa, donde está el mercado y más tiendas.
- El parque del Laberinto: Ya más alejado de todo lo que hemos nombrado hasta ahora, está situado en la montaña de Collserola. Es el jardín más antiguo y también uno de los más curiosos de la ciudad. A la entrada tiene un laberinto bastante curradito para jugar un rato niños y mayores, después unos cuantos jardines, y al final una finca neoclásica del siglo XVIII, donde vivían los marqueses de Desvalls (conocidos por su familia y unos pocos más).
- Velódromo de Horta: un velódromo construido para las olimpiadas y situado por encima de la Ronda de Dalt, donde se realizan numerosos eventos deportivos y otros espectáculos como conciertos, etc. Cuando yo era joven y lozano (¡y tampoco ha pasado tanto tiempo, ¡joer!), las noches de verano sus gradas se convertían en una curiosa discoteca al aire libre. También estuve jugando allí una temporada a futbol 7 (no en las gradas sino en el campo, claro). Y alrededor del velódromo están los aparcamientos donde puedes ir por la noche con el coche a meterle mano a tu pareja (o a la pareja de otro si se deja). Verás que hay muchos más que hacen lo mismo, aunque si tan solo eres un mirón pajotero no creo que veas gran cosa porque los cristales se empañan. Todo esto lo comento porque me doy cuenta de que a lo largo de mi vida, le he encontrado distinos usos al Velódromo de marras, y le he sacado bastante provecho…no está mal.
Restaurantes:
- Quimet d’Horta: Pl. Eivissa, 10. Un bar entrañable, clásico de toda la vida, fundado en 1927 y que conserva en gran parte su aspecto original. Su especialidad son los bocadillos hechos con pan de Xapata, con rellenos muy gustosos y variados. Tienen terraza, donde si tienes oportunidad de pillar sitio (en fin de semana siempre está lleno y hay que esperar), podrás disfrutar de su emplazamiento en un rincón de la plaça Eivissa, junto a un callejón, como si estuvieses en el mismo pueblo de hace casi cien años. Son bocadillos muy buenos a buen precio, así que saldrás bien comidito, bebido y hasta cagadito (tienen lavabos y te dejan utilizarlos), a buen precio.
- Can Cortada: Avinguda de l’Estatut de Catalunya, s/n. Se trata de una masía del siglo XI, construida sobre una antigua vila romana de la que se han encontrado restos durante la reforma de la calle. Primero fue una torre de defensa para prevenir ataques feudales, después se convirtió en una residencia señorial, y actualmente y desde hace años, es uno de los restaurantes con más nombre de la ciudad. Su cocina es típica catalana y su decoración rústica. Su gran tamaño y su espacio exterior, la hacen más que apta para celebraciones numerosas o comidas de grupo. El precio pica un poquito, aunque está bien para lo que es el sitio y la comida.
- La bacardina: en la plaza Barcardí. Restaurante de comida tradicional. Para mi gusto no es espectacular pero se come a bien a buen precio, así que recomendable. Ideal para hacer comidas de grupos, celebraciones, etc. Ya que tienen espacio y te plantan una mesa grande sin problema.
- Casa Miguel: passatge de Vila i Rossell, 12. Un restaurante de barrio, en un callejón junto a la calle Tajo, con comida tradicional casera muy bien cocinada a un precio normal. Las veces que yo fui, muy frecuentado por gente mayor del barrio.
Personajes ilustres del barrio: La Paquita de España (y olé).
Metros: Horta (línea azul) y Valldaura (línea verde).
La Clota:
Sus límites son la calle Lisboa, la Avda. Cardenal Vidal Barraquer i l’Avinguda de l’Estatut.
La mayoría de sus casas son unifamiliares pequeñitas, de autoconstrucción y más antiguas que Cascorro. Su apariencia es la de un pequeño pueblecito formado antes de ser un barrio de Barcelona, y que se ha conservado tal cual fue en su día.
No conozco a nadie del barrio, pero por el aspecto imagino que predomina la clase media obrera.
No hay tampoco mucha vida en el barrio, especialmente de noche, por donde yo una vez pasé con un amigo, buscando un bar que no encontramos, y nos dio la sensación de estar en un pueblo fantasma donde en cualquier momento salía el mismísimo diablo reencarnado en abuelita, para ofrecernos su ayuda y al mínimo descuido atarnos a una silla, torturarnos, descuartizarnos y servirnos como comida para sus adorables gatitos de colmillos afilados.
Lo más destacado:
- Todo el barrio. Sin ser especialmente bonito, resulta curioso su aspecto totalmente rural, con tanta casa de pueblo con huertecitos y todo.
Restaurantes:
- Can Travi Nou: Jorge Manrique s/n. Está en una especie de calle, aunque parece más un camino, que va desde Cardenal Vidal Barraquer hasta Avda. de l’Estatut. El restaurante está situado en una masía del siglo XVII, que pertenecía a una familia dedicada a la ganadería, hasta que en los años 20 decidieron restaurarla para convertirla en una casa señorial. Desde hace más de 20 años, es uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad. Su cocina es tradicional catalana, su decoración rústica pero señorial, y dispone de muchas salas y amplios jardines que lo convierten en un lugar muy apto para grandes celebraciones, comidas de grupo, comidas de negocios, etc. Pica un poquito, pero está bien de precio para lo que es el sitio y la comida.
El Carmelo:
Sus límites son la Rambla del Carmelo y el carrer de les Ciencies al este, Lisboa al norte, Mare de Deu del Coll, Santuari y Portell al oeste y la Carretera del Carmel al sur.
Es un barrio obrero, situado en la montaña del Carmelo, y por lo tanto con calles muy empinadas, desordenadas en distintos niveles y unidas muchas de ellas por escaleras mecánicas. La mayoría de sus edificios son de la segunda mitad del siglo XX.
El barrio nació a mitad del siglo XIX con la construcción de un santuario. Pero fue en el siglo XX cuando creció de verdad al acoger a una gran parte de la inmigración que vino a la ciudad procedente de todas las regiones de España. Durante los años 30 se construyeron muchas casitas unifamiliares humildes, y en los años 40 y 50 el barrio se llenó de barracas, pero a partir de los años 60 todas ellas fueron sustituidas progresivamente por edificios de tres o cuatro plantas.
Hasta prácticamente finales de los ochenta, fue considerada una de las peores zonas de Barcelona y en ella se focalizaron muchos problemas de delincuencia y drogas. Todavía hoy perdura en parte la fama, y cuando a alguien que no conoce la realidad actual del barrio le hablas del Carmelo, aun notas que pone la carita como diciendo “¡joer, vaya barrio…!”. Pero lo cierto es que desde entonces, ha mejorado muchísimo, y salvo algunos pintillas que puedas ver en determinadas zonas concretas, sus calles son absolutamente tranquilas y exentas de problemas sociales, se puede pasear tranquilamente tanto de día como de noche y no es más que un barrio con gente trabajadora, donde la mayoría de la población procede de la inmigración de aquella época, y en el que el ambiente tiene un toque más popular que en muchas otras barriadas tanto del centro como del extrarradio.
Curiosidades:
- Durante unos años el barrio tuvo su particular zona cero, y es que en el año 2005 salió en los telediarios porque las obras del metro destruyeron algunos edificios por los alrededores de la calle Llobregós, a la altura del mercado. Una pobre gente llegó un día a su casa y se encontró con que su edificio ya no estaba, o bien había sido precintado ante el peligro de que se viniese abajo. Hubo mucho follón y los afectados tuvieron que vivir un tiempo en hoteles. Actualmente ya se ha construido sobre los socavones y el metro sirve al barrio con normalidad.
- En el cruce de las calles Santuari, Gran Vista y Calderón de la Barca, hay un muro que contiene un grafiti gigante de tiburones. Inicialmente se dibuó un tiburón cuyas escamas eran billetes de cien euros. Lo pintó en 2009 un grafitero de prestigio llamado Blu, por encargo del ayuntamiento, y se dice que era una crítica hacia los que sustentan el poder económico, que se comportan como auténticos depredadores ante el pueblo. En 2022, el dibujo se amplió, y también este cambio se le encargó a Blu. Al primer tiburón, ahora se lo intenta comer otro más agresivo, y al segundo se lo intenta comer una orca. Y representa las dinámicas del sistema capitalista, tan afines a las de la naturaleza, en la que siempre el pez grande se come al pez pequeño
- El barrio fue protagonista de una novela de Juan Marsé llamada “últimas tardes con Teresa”, cuyo protagonista era Manolo “el pijoaparte”, un quinqui del Carmelo de la época barraquista, que se lía con una pijita de Sant Gervasi.
Personajes ilustres del barrio: Yo, que ahora vivo aquí. Yo me considero el personaje más ilustre del barrio, y creo que mi madre estará de acuerdo, y porque ya no tengo abuelas, sino también estarían de acuerdo.
Lugares de interés:
- Parc Güell: Sin duda lo más famoso y visitado del barrio. Una de sus entradas se encuentra en la Carretera del Carmel, y es la mejor entrada si vas en coche, porque delante tienes una explanada que hace las funciones de parking gratuito, aunque tienen preferencia los autocares y te lo puedes encontrar lleno. Las otras entradas están fuera del barrio.
- Parc del Carmel: Situado en la montaña del Carmel, podemos cogerlo más o menos en la confluencia de Santuari con Carretera del Carmel, casi al lado del tiburón. Empalma con el Parc Güell, y tiene un poquito de todo: espacios naturales, parque infantil e incluso el campo de futbol del equipo del barrio. Además de unas vistas excelentes de Barcelona. Un buen lugar para dar un paseo dominguero.
- Batería antiaérea- los bunkers: en la cima del Turó de la Rovira, se encuentra una batería antiaérea de cuando la guerra civil. También hay restos de barracas que se construyeron posteriormente sobre ese terreno. Además puedes gozar (me encanta gozar…) de unas vistas privilegiadas.
Es lo mismo de lo que he hablado antes en el barrio de Can Baró, solo que lo nombro aquí también porque puedes acceder desde el Carmelo subiendo la calle Gran Vista (que nombre tan apropiado…) hasta arriba de todo.
- Calle Llobregós: Es la calle donde está el mercado, y entre Rambla del Carmel y Calderón de la Barca (a la altura del metro), se presenta como la calle más comercial del barrio, con multitud de tiendas y terracitas. No es que sea nada del otro mundo, ¿eh?, pero como calle principal del barrio, pues eso, la nombro como lugar de interés del barrio.
- Santuario de Nuestra señora del Carmelo. Es una iglesia del siglo XIX, aunque reformada, que está en Santuari, justo encima del tiburón, en la montaña del Carmelo, y no tiene nada especial, pero es de lo más destacado porque a partir de ella nació el resto.

Restaurantes:
Bar Delicias: Mulhberg, 1. Tapas buenísimas. Dentro es bastante grande y tiene aspecto de mesón. Tiene una terraza que el fin de semana siempre está llena, tanto en invierno como en verano. Muy recomendable.
Es un clásico del lugar. El bar se inauguró en los años veinte, y era punto de encuentro de la gente del barrio cuando este era pobre. Aquí servían grandes raciones a muy buen precio. En su interior hay fotos de cómo era el local de antaño.
Es citado en varias ocasiones en la novela “Las últimas tardes con Teresa” y su protagonista, “el pijoaparte”, era un cliente habitual.
Metros: Carmel, y el Coll-Teixonera (ambos línea azul).
La Teixonera:
Sus límites son Mare de Deu del Coll, Ronda de Dalt al oeste, General Mendoza al sur, Mare de Deu dels Angels al sureste y Coll i Alentorn al este.
El barrio se parece bastante al Carmelo, de hecho es casi una continuación de este, con edificios del mismo tipo, calles estrechas con un trazado caótico, aunque no tan empinadas, y gente obrera con algunos pintillas en las placetas y la puerta de algunos bares, aunque tiene un aire todavía más residencial y apenas dispone de comercios ni zonas de ocio.
Curiosidades:
- El barrio debe su nombre a la persona bajo cuya iniciativa se empezó a construir, Joaquim Taxonera. Fue alrededor de 1915 y la mayoría eran casitas unifamiliares de una o dos plantas con un pequeño jardincillo. Todavía quedan bastantes casas de este tipo, especialmente en la parte norte. La casa de este hombre se encuentra en la calle Besós y actualmente es un casal de abuelos y una asociación de mujeres del barrio.

Lo más destacado:
- La calle Arenys es una de sus principales. En ella está la parroquia de Sant Cebrià, que además de ser la iglesia del barrio, hace también un poco de centro cívico y organiza esplais, actividades, etc. La fisionomía de la calle y alrededores es muy representativa de como es todo el barrio.
Metros: El Coll- La Teixonera (línea azul).
Vall d’Hebrón:
Lo limitan la Ronda de Dalt al oeste, la calle Coll i Alertorn al sur, l’Avinguda de l’Estatut al norte y l’Avinguda Cardenal Vidal i Barraquer al este.
Se trata de una zona muy residencial de clase media, con bloques de edificios muy altos, la mayoría de ellos construidos justo en la mitad del siglo XX, y otros más modernos que se levantaron con motivo de las olimpiadas. Hay mucha zona verde y parque que le confieren un aspecto de ciudad jardín. También hay muchas instalaciones deportivas que se utilizaron para las olimpiadas y que después han pasado a ser de uso público, como la pistas de tenis, una piscina, campos de fútbol y rugby, etc.
Lo más destacado:
- El monumento a las cerillas (Els Mistos), es una curiosa escultura de Claes Oldenbur i Coosje Van Bruggen (dos tíos que me parece que no son del barrio), construida con motivo de las olimpiadas, y que simulan una caja de cerillas medio usada en tamaño gigante. Es uno de los símbolos del barrio. Está en la Avinguda Cardenal Vidal i Barraquer, en el límite este del barrio tocando a la Clota.
- La torre Jussana: En Cardenal Vidal i Barraquer, 30. Se trata de una torre del siglo XIX, de estilo neoclásico con influencias francesas, muy representativa de lo que eran las viviendas de segunda residencia de las familias pudientes de la época. Aunque es bonita, tampoco es para ir a visitarla expresamente y echarse a tirar cohetes. Actualmente alberga un centro que se encarga de manejar el cotarro en Barcelona en materia de asociaciones grupales diversas.
Curiosidades:
- La zona con los bloques de edificios más modernos, junto a la Ronda de Dalt, se construyeron con motivo de las olimpiadas de 1992, como una segunda villa olímpica que alojaba a árbitros y periodistas. También hay algunos hoteles y alguna universidad por esa zona.
- Entre sus instalaciones deportivas se encuentran los campos de futbol destinados a la escuela de futbol del mítico jugador del Barça Hristo Stoitchkov. Tiene más por los municipios de Sant Cugat y Mataró.
Restaurantes:
- Casa Ovidio (els mistos): Juan de Mena, 1-3. Restaurante gallego, con terraza. Comida tradicional, aunque destacan sus mariscadas y sus tapas.
Metros: Vall d’Hebrón (línea verde).
Montbau:
Es el barrio situado por encima de la Ronda de Dalt a la altura del Hospital de la Vall d’Hebrón. Sus límites son el Pg. de la Vall d’Hebrón (Ronda de Dalt) al este, la montaña de Collserola al oeste, Paulo Freire y el Parc del Laberint al norte y Jordà y Natzaret al sur.
Es un barrio muy residencial, con el típico diseño de ciudad jardín, bloques de edificios altos con pequeños jardincitos y parques, construidos a mitad del siglo XX, donde vive principalmente gente de clase media y obrera.
La zona está muy marcada por la presencia del Hospital de la Vall d’Hebrón, con lo cual durante el día es muy normal ver gente con batas blancas desayunando por los bares que hay en las zonas de viviendas o paseando por sus parques.
Lo más destacado:
- Ciudad Sanitaria de la Seguridad Social: popularmente conocido como Hospital de la Vall d’Hebrón. Evidentemente no lo nombro como lugar destacado de visita turística (a no ser que seas muy morboso o muy aprensivo) (o que realmente estés malo), pero es sin duda lo más importante del barrio por ser una de las instituciones sanitarias más prestigiosas de España tanto por sus dimensiones, por sus equipamientos, como por la calidad de sus servicios médicos.

- Palau de les Heures: también conocido como Casa Gallart. Fue construido a finales del siglo XIX precisamente por este tipo, Gallart, como casa privada (no andaba descalzo el amigo…), aunque posteriormente pasó a manos de la Generalitat y fue residencia de uno de sus presidentes, Lluís Companys. Después volvió a manos de la familia Gallart, y tras su venta, y pasados unos años, ha pasado a formar parte del campus universitario de Llars Mundet.
Por el estilo tanto de su fachada como de sus jardines, recuerda a un castillo francés.
Curiosidades:
- El nombre proviene de una transformación del nombre de Gombau, que era una torre que había por esa zona durante la edad media.
- Llars Mundet: Un sitio emblemático por su función social en la historia reciente de la ciudad de Barcelona, al haber sido uno de los centros de acogida de niños huérfanos (alias orfanato…) más importante y reconocidos de la ciudad durante casi un siglo. Hoy en día alberga un par de universidades. Está en el Pg. De la Vall d’Hebrón.
Restaurantes:
- Aunque he ido a más de uno, no voy a recomendar ninguno concreto, solo decir que por las calles de alrededor de la parte norte del hospital (donde está el infantil), hay un montón de restaurantes de menús donde se suele comer bastante bien, y suelen estar muy concurridos por el personal del hospital. Tomar como referencia la plaça de Montbau.
Metros: Montbau, Mundet (línea verde los dos).
Sant Genís dels Agudells:
Sus límites son las calles Nazaret y Jordá al norte, la Avda. Tibidabo al sur, la montaña de Collserola al oeste y la Ronda de Dalt al este.
Este barrio creció en la primera mitad del siglo XX como consecuencia de la fuerte oleada de inmigración española que llegó a la ciudad. Muy pronto se llenó de casitas pequeñas de autoconstrucción y de barracas. Con lo cual fue un barrio chungo y dejado por la administración durante mucho tiempo.
A finales del siglo XX, se construyó la Ronda de Dalt y pasó a ser un barrio bien comunicado y con una situación privilegiada, por lo cual se empezaron a construir bloques de edificios y casitas unifamiliares de alto standing.
Hoy, aunque desaparecidas hace tiempo las barracas y en ningún caso es un barrio conflictivo, conviven ambas clases sociales, la clase alta y media alta que han ocupado las nuevas viviendas, y una mayoría obrera del barrio de toda la vida.
Es, por otro lado, absolutamente residencial, con pocos comercios y apenas bullicio en sus calles. Está situado en la ladera de la montaña de Collserola, con lo cual sus calles tienen una pronunciada pendiente y se encuentran a un paso de la naturaleza.
Lo más destacado:
- La iglesia de Sant Genís dels Agudells, que se construyó en el siglo X, con un estilo románico y alrededor de la cual empezaron a crearse viviendas. Se encuentra en la carretera de Barcelona a Sant Cugat.
- La montaña de Collserola, donde puedes disfrutar de muchas excursiones por caminos en plena naturaleza, visitar fuentes curiositas y masías como Can Soler, Can Safont, etc.
Curiosidades:
- Sant Genís también tiene sus leyendas de miedo. En la carretera de l’ Arrabassada, que va al Tibidabo y a Sant Cugat del Vallés, hay en una curva antes de llegar a la gasolinera, una fuentecilla que se la conoce como la Font Tenebrosa. Cuenta la leyenda que el agua que ella emanaba provenía directamente del infierno, y las noches de tormenta salían los demonios a montar un poco de fiesta por la tierra. Entonces los monjes del monasterio que había justo donde ahora está la gasolinera, iban a lanzar conjuros sobre la fuente.
- La carretera de l’Arrabassada tiene cierto peligro por sus curvas. Si vas a la velocidad que tienes que ir no pasa nada ni hay para tanto, pero a determinadas horas hay mucho cafre que la utiliza como circuito poniendo en peligro su vida y la de los demás. Desde hace un par de años han puesto conos que separan los carriles para evitar que la gente haga trompos. Se decidieron a tomar esta medida cuando se mató un chaval del que hasta hace bien poco todavía quedaban pintadas en su recuerdo.