Los taxis de Barcelona son fácilmente reconocibles porque son amarillos y negros. Te has de fijar en que la lucecita que llevan encima esté de color verde, entonces tu, allí plantadito en tu esquinita, alzas la mano en dirección a él, y si te ve (que es lo más normal), se para y te recoge (la verdad es que no sé si lo que explico es una chorrada innecesaria porque en todas partes es igual, no lo sé, pero es curioso como observo por la calle mucha gente, especialmente turistas, que no lo hacen así y ponen cara de no entender porque no paran…).

Otra opción es acudir a las paradas de taxi, que hay bastantes por toda la ciudad, especialmente en los puntos más céntricos. Siempre has de ir al primero de la cola.

Las tarifas varían en función del horario, del equipaje, y de no sé cuantas cosas más. Pero para orientarse, unos 15 minutos suele costar alrededor de 15 euros, y en horas donde no haya tráfico, no tardarás más de media hora en cruzar la ciudad de punta a punta.

También existen otras opciones como Uber o Cabifay.

       

Del autobús, yo siempre digo que es el medio de transporte que más me gusta porque mientras voy en él puedo ver la ciudad, aunque quizás no sea el más rápido. Hoy en día con Google maps es fácil ver cual tienes cerca que te vaya bien.

La línea de autobuses de Barcelona cubre prácticamente toda la ciudad y gran parte del área metropolitana.

Los billetes son los mismos que los del metro y también puedes pagar en efectivo. El mismo conductor, que es el que te cobra, te da cambio, pero si le das un billete muy grande se cabrea.

       

El metro es sin duda el medio de transporte más rápido y llega a casi todos los puntos de la ciudad y algunos del área metropolitana.

Es bastante moderno (en unas líneas más que en otras), y está bien preparado para atender a minusválidos.

La frecuencia con la que pasa suele ser de cada tres minutos, que aumenta en fin de semana u horarios nocturnos.

Tiene 12 líneas, cada una con un color y un número diferente,

         

En realidad la L6, L7 y L8, son Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya. Para estos te vale el mismo billete que en el metro, e incluso si vienes de este, no tienes que volver a pagar, aunque sí validarlo en la máquina, pero no te contará el viaje (se abrirá la barrerita y ya está).

Los Ferrocarriles tienen bastantes paradas en la ciudad, aunque llegan bastante más lejos en el área metropolitana, y depende de a donde vayas sí que es algo más caro.

El simbolito que lo representa y que encabeza las paradas de las estaciones es diferente al del metro, incluso los vagones y las estaciones. Se nota que es otra cosa, pero a efectos prácticos es lo mismo, porque tiene muchos transbordos con el metro.

 

Horarios metro:

               De lunes a jueves, domingos y festivos, de 5 a 24 h.

               Viernes y vigilias de festivos, de 5 a 2.

               Sábados y vigilias de 1/1, 24/6, 15/8 y 24/9, abierto las 24 h.

                24 de diciembre: cierra a las 23 h (a esas horas el único que debe estar                              

                                             despierto es Papa Noel, y no utiliza el metro porque va en                     

                                              trineos voladores).

 

Tarifas: Como ya he señalado antes, valen para metros, autobuses, tranvía y Ferrocarriles de la Generalitat.

Puedes comprar un  billete válido para un solo viaje, que no es baratito comparado con muchas otras ciudades, o puedes comprar otras opciones de tarjetas (comprando una y recargándola), como tarjetas con 10 viajes que te sale mucho más a cuenta, u otras que van viajes ilimitados por días

Después hay más opciones, pero ya son para quien vive o está mucho tiempo en la ciudad.

En las máquinas expendedoras de billetes que hay en cada estación, está bien detallado.

 

 

El tranvía, es un elemento relativamente nuevo en la ciudad. Antiguamente existía, y era un transporte habitual, pero se eliminó durante décadas, dejando únicamente el que sube al Tibidabo, y hace unos años se construyeron dos muy modernos; el Trambaix, que comunica la parte sur de la Diagonal, desde Francesc Macià, con el área metropolitana en la zona del Baix Llobregat, y el Trambesós, que comunica la parte norte de Barcelona desde Villa Olímpica, con el área metropolitana en la zona del Besós.

Valen las tarjetas del metro.

 

          

 

La bicicleta se está convirtiendo cada vez más en un medio de transporte habitual entre los ciudadanos. Son muchos ya, los carriles habitilados para ello por toda la ciudad, y desde hace años se ha implantado en la ciudad el Bicing, que consiste en muchas estaciones distribuidas por la ciudad, para que el usuario, previa solicitud de una tarjeta de pago, pueda coger una bici en una estación y dejarla en otra.

También hay un servicio similar con motos, a través de la aplicación Yego. Hay más aplicaciones, yo solo he nombrado las que más conozco.