Recorrido 1: Eixample 

Para que lo sepas, aunque lo digo en más sitios de la guía…el Eixample (ensanche en catalán), es la segunda Barcelona construida, la parte que rodea a la parte antigua, y en realidad es muy grande, por ejemplo el barrio donde está la Sagrada Familia, que está algo alejado del centro, también es Eixample. Y tiene la característica de seguir el plan Cerdá, que es que las calles forman cuadrículas con chaflanes en las esquinas. Pero como visita turística solo te has de preocupar de la zona céntrica del Eixample.

 

En realidad solo son un par de calles las que has de visitar, las de al lado es más de lo mismo (tiendas, restaurantes, cierta elegancia, algún que otro pasaje con encanto…), pero menos interesantes que estas, asi que si te limitas a pasear y echar cuatro fotos, lo tienes hecho en un ratito. Otra cosa es que quieras entrar a visitar las distintas casas modernistas, que te pares en cada tienda que se cruce en tu camino (prepara la visa) o que en cada terracita que encuentres te sientes a tomarte un whisky. Ahí ya dependerá de ti.

         

RECORRIDO:

Te bajas en la parada de metro de Diagonal (línea azul, verde y f.f.c.c.). Dependiendo de que salida te encuentres de morros, aparecerás en la calle Balmes, Rambla Catalunya o Pg. de Gracia, y en todas ellas a la altura de la calle Rosselló.

Si por lo que sea te va muy bien la línea amarilla, también te puedes bajar en Pg.de Gracia, aunque sales bastante más abajo y ya no te coincidirá con mi recorrido (nada que tú no seas capaz de solucionar).

 

Dos son las calles que debes visitar en este recorrido:

 

Rambla Catalunya puedes cogerla en cualquier momento y en cualquier tramo ya que no voy a destacar nada concreto. Solo decir que es una rambla mucho más chic y menos popular que la del casco antiguo, seguramente menos encantadora, pero también muy céntrica, con multitud de tiendas, establecimientos variopintos y agradables terracitas, todo ello bajo la sombra de bonitos edificios del siglo XIX, en su mayoría neoclásicos con algunos detalles modernistas, cuando no modernistas del todo directamente. Una calle por la que vale la pena recorrer un tramo para conocer un lugar emblemático del ensanche barcelonés.

          

Paseo de Gracia, paralela a la anterior, es la calle de las tiendas de lujo y de los edificios modernistas más conocidos. Las farolas también son modernistas.

Es una avenida ancha y transitada que une la calle más grande de la ciudad, Avda. Diagonal, con su plaza más emblemática, Plaza Catalunya.

         

Empezaremos el recorrido por la calle donde te deja el metro, Rosselló, para bajar hasta Provença, donde a mano izquierda (Pº Gracia, 92) te encontrarás con uno de los edificios modernistas más famosos de la ciudad, La Pedrera. Lo reconocerás porque frente a él hay millones de japoneses echando fotos.       

A lo largo de toda la calle encontrarás tiendas de las firmas más prestigiosas. Bajando a mano izquierda, en la misma acera de la Pedrera, tienes Armani, Burberry, Chanel, Louis Voutton, Valentino, Zara, Tifanny y muchas más. En la otra acera, a la derecha según bajas, Cartier, Dolce&Gabanna, Carolina Herrera, Hermes, etc.

Bajando por la acera de la derecha encontramos tres casas modernistas muy juntas formando lo que se denomina “la manzana de la discordia“:

Casa Batlló, en el número 43, Casa Ametller, en el número 41 y Casa Lleó-Morera, en el número 35.

En el número 39 se encuentra el museo del perfume.

En la otra acera, en el número 24, tienes el Nacional, que es el típico sitio que ahora está de moda en tantas ciudades, donde en un mismo recinto tienes un montón de restaurantes diversos, y barras de bebidas. Un espacio gastronómico tradicional, dirían los snobs.

       

Si seguimos bajando Paseo de Gracia hasta el final, llegamos al centro neurálgico de la ciudad, la plaza Catalunya, que es el punto de unión entre el casco antiguo y el ensanche. Es una plaza de grandes dimensiones, muy transitada, con centros comerciales como el Corte Inglés o el Triangle (cada uno en una punta), y una gran explanada en medio donde lo tradicional es dar de comer a las palomas en su suelo de mosaico o tumbarse en sus trozos de césped a que te dé el solecico o leer un libro, pero que a menudo es escenario de espectáculos, festejos o reivindicaciones varias.

       

 

Y hasta aquí el primer recorrido. Ahora tendré que explicar un poco las palabras en negrita (lo prometido es deuda).

 

La Pedrera: Su verdadero nombre es Casa Milà. La construyó Antonio Gaudí entre 1906 y 1912. Es una obra evidentemente modernista, que coincidió con una etapa naturista de Gaudí, que no significa que fuese en porretas todo el día, sino que trataba de representar en sus obras las formas de la naturaleza. Los contornos ondulados de su fachada simulan las olas del mar, sus balcones de hierro forjado las algas marinas y muchos otros detalles que simbolizan la flora marina. Su terrado sugiere un punto de fantasía, con distintas esculturas con formas de guerreros.

Fue construida por petición de un millonetis empresario de la industria textil, Pere Milà i Camps, que utilizó el piso principal como residencia y el resto los alquiló. En 1986 lo compró Caixa de Catalunya y actualmente se puede visitar la cuarta planta, el desván y la terraza. El resto de pisos son oficinas o residencias particulares.

Se puede visitar todos los días de 9 a 18:30 de Noviembre a febrero y de 9 a 20h el resto de meses.

          

 

Casa Batlló: Edificio restaurado por Antonio Gaudí entre 1904 y 1906, por encargo de un empresario textil, Josep Batlló i Casanovas. El edificio original fue construido en 1875 por uno de los maestros de Gaudí, Emili Sala Cortés.

Una fachada espectacular que representa un mar en calma, hecha con piedra arenisca de Montjuic, cristales y cerámicas de colores y formas curvas recordando a las olas del Mediterráneo e incluso a la montaña de Montserrat. En su interior, bellos salones de talante modernista.

Se puede visitar todos los días de 9 a 21h. A veces cierran a las 14h porque se celebran actos en sus salones. Niños de hasta siete años gratis.

 

Casa Ametller: Edificio de Puig i Cadafalch restaurado entre 1898 y 1900 por petición de un empresario chocolatero, Antoni Amatller i Costa, y construido en 1875.

Su fachada, que recuerda a una tableta de chocolate, tiene influencias góticas y se parece también a los palacetes de los países bajos.

Sus pisos están ocupados por oficinas.

         

 

Casa Lleó Morera: Es de Lluís Domenech i Montaner, que en 1902 aceptó un encargo de una tal Francesca Morera para reformar un edificio de 1864. Aunque su valor artístico es incuestionable, para mi es la menos vistosa de las tres. No se puede visitar porque es propiedad privada. Es la que hay en la misma manzana que las dos anteriores, pero en la otra esquina.