Ruta del modernismo

 

El modernismo es la versión española de una corriente arquitectónica que se instaló en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX, y que en otros países se conocía como Art Nouveau.

En él destacan técnicas como el uso de hierro forjado, vidrios y cerámicas de distintos colores, formas curvas y símbolos de la naturaleza como elementos decorativos.

       

La mayoría fueron construidas por encargo de algún ricachón que pretendía hinchar su prestigio social al adquirir este tipo de vivienda.

El legado que dejaron celebridades como Lluís Domenech Montaner, Enric Sagnier, Josep Puig i Cadafalch y principalmente Antonio Gaudí, entre otros, se ha convertido en uno de los mayores atractivos de la Ciudad Condal de cara al turista.

A continuación, propondré un pequeño recorrido para los amantes de este arte, donde evidentemente no nombraré todas las que hay en la ciudad, porque no te las acabarías, pero si las más conocidas y sobre todo las que están más juntas para establecer una ruta.

De la mayoría de ellas ya he hablado en algún momento de la truño guía, sobretodo en el apartado de los barrios, donde también nombro algunas de las que no están en esta ruta (por si te has quedado con hambre,en esa sección seguramente rascarás algo más), especialmente porque están en barrios donde no hay mucha más presencia de obras de este estilo lo suficientemente interesantes como para ir expresamente a no ser que seas muy pero que muy modernista.

Aparte hay muchos detalles modernistas que no necesariamente son edificios; bares, locales, farolas, bancos, una cúpula determinada de un edificio…la ciudad tiene muchos de estos detalles en cualquier barrio, y nombrarlos todos es complicado.

     

No explicaré los más conocidos como Sagrada Familia, Hospital de Sant Pau, Parc Guell y las de Paseo de Gracia, porque ya los pongo como visita imprescindible y seguro que ya los tendrás muy presentes. En cambio sí repito otros que he nombrado en “otros puntos de interés” para agruparlo todo un poco si eres un enfermo del modernismo y quieres seguir una ruta específica.

Podemos empezar en el barrio de Pedralbes, donde si te bajas en la parada de metro de Palau Reial (línea verde) (recorrido 5), justo detrás de los jardines del Palau de Pedralbes, en la Avenida Pedralbes, 7, se encuentran los

 

 Pabellones Guell:

 

Se trata de una serie de edificaciones modernistas, construidas por Antoni Gaudí entre 1884 y1887, por encargo del conde Eusebi Güell, su auténtico mecenas. No fue más que una reforma de una de sus viviendas (lástima que ya no viva Gaudí, sino igual le mandaba reformar una de las mías…)(lo hacía bien el chaval…).

Hay entrada para adultos y después hay más precios para los descuentos típicos (jubilados, niños, etc.).

Las visitas son guiadas a unas horas determinadas (13:15 en castellano los sábados y domingos), o concertadas. Para más datos consulta internet o tu guía favorita que no creo que sea la mía.

Es además uno de los centros del modernismo de Barcelona donde puedes conseguir descuentos para tu ruta.

         

Volvemos a coger el metro hasta Lesseps (línea verde), que vas directo sin hacer transbordo.

Si sales por la salida adecuada (no sé como se llama, podría ser Príncep d’Asturies…), te das de morros con el primer edificio modernista (y sino lo buscas preguntando con tu dulce boquita).

 

Cases Ramos: Son tres edificios pegaditos, proyectados por un tal Jaume Torres en 1906. Son los números 30, 31 y 32 de plaça Lesseps. Comparten fachada, tienen unos balcones con figuritas de abejas en sus barandillas y vale la pena dar la vuelta al edificio para ver un pequeño templete modernista que tiene detrás. Aquí se rodó la película “todo sobre mi madre”, de Pedro Almodovar (curiosidad al canto).

              

Desde aquí bajamos a Gran de Gracia (todo tieso para abajo y la bifurcación a la izquierda, por la más estrechita), y nos introducimos en el barrio de Gracia, donde hay varias.

Casa Vicens: en la calle Carolines, 24, en un pequeño callejón que hay bajando Gran de Gracia a mano derecha. Es obra de Antonio Gaudí en 1888, cuando aún era un novatillo. Es propiedad privada y no se puede visitar, pero su fachada es de las más bonitas de la ciudad.

                

Rambla del Prat: Bajando por Gran de Gracia, un par de travesías por debajo de la anterior, te encuentras esta calle que sin tener ningún edificio que destaque especialmente, contiene muchos bloques de viviendas construidos a finales del XIX y principios del XX, con muchos toques modernistas.

Mercat de la Llibertat: Si seguimos bajando por Gran de Gracia y nos metemos por la calle Cigne, llegamos a la plaça de la Llibertad, donde encontramos el mercat de la Llibertat, donde aparte de un ambiente muy popular por sus calles, como en todos los mercados, destacan varios elementos modernistas en su fachada, obra de Francesc Berenguer, un coleguita de Gaudí que además le hizo la casa al maestro.

                 

Casa Rubinat: al otro lado de Gran de Gracia, llegas a la calle de l’Or, donde hay otro edificio obra del mismo tiparraco de antes, Francesc Berenguer. 

                       

Casa Fuster: Está en la esquina en que Gran de Gracia se convierte en Passeig de Gràcia en su pequeño tramo por encima de la Diagonal. Es un imponente edificio modernista creado por Lluís Domenech en 1910 y que actualmente se ha convertido en hotel de lujo. Si visitas su hall, también es digno de ver.

Llegamos a la confluencia de Avda Diagonal con Córcega y Pg. De Grácia. Seguimos por la primera a mano izquierda, Córsega, y nos vamos hasta el 316.

 

Casa Comalat: Córsega 316, Diagonal 442. No da la vuelta a la manzana pero tiene fachada en ambas calles. La hizo Salvador Valerí i Pupurull (mola su segundo apellido…), entre 1906 y 1911. A mí personalmente me gusta más la fachada de la calle Córcega que la principal de Diagonal, tiene más colorido y se ve más modernista.

        

Si seguimos recto por la Diagonal hasta el número 420, esquina Rosselló, encontramos una de las más conocidas de Barcelona, más allá de las habituales de las rutas turísticas.

 

Casa Terrades: Más conocida como la casa de les Punxes, por sus seis torres acabadas en pincho. La construyó Puig i Cadafalch en 1905. Es propiedad privada, con lo cual no se puede visitar, pero vale la pena pararse a contemplar su fachada.

       

 

Desde aquí volvemos sobre nuestros pasos para llegar hasta Paseo de Gracia, donde están las que todos conocemos (Pedrera. Casa Ametller, Casa Batlló, Casa Lleó-Morera), que son, a mi modo de ver, las únicas realmente aconsejables para ir expresamente aunque no seas un amante del modernismo.

      

En la calle paralela, Rambla Catalunya, también hay algunas, aunque bastante discretitas:

 

Casa Juncosa: Rambla Catalunya, 78. De Salvador Vinyals i Sabaté, construida en 1909.

                  

Casa Dol.lors Calm: Rambla Catalunya, 54. De Josep Villaseca i Casanovas, fue una reforma que se hizo en el año 1903 sobre un edificio del 1878.

                   

Casa Fargas: Rambla Catalunya, 47. La construyó en 1904 Enric Sagnier i Villavecchia, por encargo de la familia Fargas, y fue vivienda de uno de los políticos con más renombre de la época, Ramón Trías Fargas. Actualmente el edificio es sede de su fundación.

         

Si nos vamos a la paralela por el otro lado, Balmes, en el número 48, en un edificio de Enric Sagnier, está el museo de modernismo de la ciudad.

Y en Aragón entre Rambla Catalunya y Paseo de Gracia, está el edificio Montaner i Simón, construido por Lluís Domenech i Montaner entre 1881 y 1885, (o sea que fue de los primeros), y en su momento se construyó como sede para una editorial, y actualmente alberga el museo Tápias (un pintor), de arte contemporáneo.

          

Bajando por Rambla Catalunya o Pg. de Gracia, llegamos a Plaça Catalunya y al centro histórico de la ciudad. Seguramente habrá alguno más, pero yo voy a nombrar dos edificios modernistas en esta zona.

El primero está cantado y ya he hablado de él antes. Pasado el Corte Inglés de Catalunya, giras la primera a la izquierda, Fontanella, que te lleva a la plaza Urquinaona, desde donde parte la Vía Laietana. Bajando un poco, y en un callejón que hay a mano izquierda más o menos a la altura de la salida de metro de Urquinaona en Vía Laietana, está nuestro próximo objetivo.

 

Palau de la Música: Sin duda uno de los más destacados edificios modernistas de la ciudad, por eso también lo he puesto como posible visita al margen de la ruta modernista.

Se trata de un edificio modernista de Lluís Domenech i Montaner, que es un auditorio en activo. Fue construido entre 1905 y 1908.

                      

Para más datos (no muchos más…) consultar el subapartado de “Palau de la Música“, dentro del apartado “otros puntos de interés” al que también pertenece este subapartado de “ruta del modernismo“, que está además dentro del gran apartado de “la visita turística” de esta misma truño guía (he dicho…).

 

De aquí nos vamos a las Ramblas (no hace falta que te indique, las encontrarás tu solito, ¿no?), desde donde puedes buscar la calle Nou de la Rambla (bajando a mano derecha), y adentrarte en ella, para llegar a… tachaaaaannn!!:

 

Palau Guell: Nou de la Rambla, 3. Otra obra de Antoni Gaudí por encargo de su amiguete Eusebi Guell (vaya chollo tenía Gaudí con este hombre). Lo construyó entre 1886 y 1890. Se puede visitar por dentro.

Para mí no tiene nada especial y es de los más feos, pero no hagas mucho caso, es la opinión de un ignorante incapaz de valorar una obra de arte más de lo que lo haría un hipopótamo.

         

Nos vamos de nuevo hacia la plaça Catalunya, donde cogeremos los ferrocarriles catalanes, hasta la parada Avda. Tibidabo. En esta bonita avenida y alrededores tienes unos cuantos más.

 

La Rotonda: Edificio modernista, de Adolf Ruiz i Casamitjana, que está situado en la esquina del Passeig de Sant Gervasi con Avda. Tibidabo, y que destaca principalmente por la belleza de su cúpula muy al estilo belle epoque. Su verdadero nombre es Torre Andreu.

Fue construido como hotel en 1906, para pasar a ser un hospital después. Actualmente hay un restaurante, algunas tiendas y oficinas, pero el edificio conserva su belleza singular.

         

Casa Roviralta: Avda. Tibidabo, 31. Más conocida como Frare Blanc. Fue obra de Rubió i Bellver, entre 1903 y 1913. Actualmente es un restaurante de renombre, el Asador de Aranda.

       

Y en el resto de la Avenida Tibidabo, hay unas cuantas más como Casa Fornells (número, 35), Torre Ignacio Portabella (número 27) o Torre Bernat i Creus (número 23).

       

Casa Arnús:  Es la bonita y curiosa casa que se ve en la montaña de Collserola. También conocida como el Pinar, por estar rodeada de un bosque de pinos, se construyó en 1903 por Enric Sagnier, y es un bonito palacio de estilo entre neogótico y modernista, que al principio fue propiedad de la familia Arnús, después de una especie de orfanato falangista y actualmente pertenece a la fundación Asepeyo. No hace falta subir expresamente para verla, ya que desde cerca no se ve bien porque tapan los pinos, y además no se puede visitar. Su mayor atractivo es verlo desde lejos, desde la avenida Tibidabo o incluso desde la Ronda de Dalt, pues aparece allí en medio de la montaña como si fuese el castillo de un cuento de hadas, y es especialmente bonito por la noche cuando está iluminado

      

Más o menos a la mitad de la Avda. del Tibidabo está la calle Quatre Camins (subiendo a la izquierda), que la puedes coger y andar un poco hasta llegar a la calle Bellesguard, que la cruza, donde está una de las que más me gustan:

 

Torre Bellesguard:  calle Bellesguard, 16 (por debajo de la Ronda de Dalt). Es una casa modernista construida por Antoni Gaudí entre 1900 y 1909. Se conoce también como casa Figueres. Tiene un poco de forma de castillo, ya que Gaudí se inspiró en uno antiguo de la época medieval, que ocupaba el mismo emplazamiento que la torre actual, y del que incluso se conservaban algunos muros que reformó y aprovechó. Por lo demás, contiene los mismos adornos modernistas y la típica cruz de cuatro brazos que caracteriza la obra de Gaudí. .

        

 

Y se acabó lo que se daba. Si desde aquí te vas a visitar la Sagrada Familia y el Hospital de Sant Pau por un lado, y el Parc Guell por otro, ya te puedes dar por “modernizao“.