Truño guía de Bilbao

Bilbao, Bilbo en euskera, capital de Vizcaya y ciudad más poblada de Euskadi, ronda los 350.000 habitantes, que, aunque tampoco son muchos, es la población principal de la zona que constituye el Gran Bilbao, con aproximadamente 900.000 habitantes, con lo cual, como área metropolitana, es una de las más grandes de España.

Botxo la llaman cariñosamente los amiguetes, porque está como metida en un agujero, rodeada de montañas (se ve que botxo en euskera es agujero). Antes de ir había oído de todo, gente que no le gustó porque la veían muy gris, típica ciudad industrial con pocos encantos para el turista, y otros a los que les había gustado mucho. Normalmente los primeros son los que fueron hace tiempo. Hoy en día, y desde hace algunas décadas, Bilbao se ha ido modernizando a medida que ha ido dejando atrás su pasado industrial, convirtiéndose en una ciudad de servicios, aun conservando su esencia de siempre. Y hoy en día es una mezcla de ambas cosas, mucho más bien cuidada y conservada, con lo cual seguro que ha engrosado su lista de admiradores.

¿Y yo? ¿estoy dentro de esta lista? Si me conoces un poco o te has leído algunas truño guías mías, ya sabes la respuesta…por supuesto, me ha encantado.

Me ha encantado por muchos motivos:

Botxo…mola botxo, que esté como metida en un agujero, me encanta, porque sí… y que por ello, en cuanto te alejas del centro y vas a algún barrio más elevado, tengas vistas de gran parte de la ciudad, pues también me encanta. Y que por ello, muchas calles de sus barrios tengan escaleras y balcones, también (porque voy de turista, si tuviese que vivir allí igual no me gustaba tanto, más allá de que seguro que se le ponen a uno las piernas y los glúteos duros).

Es verdad que, aun habiéndose modernizado, es bastante gris (lluviosa, norteña, suburbial y desordenada en muchas zonas), pero es que eso a mí también me gusta.

Por su esencia vasca. Euskadi, más allá de su indiscutible belleza, es una tierra con una fuerte personalidad. Su siempre controvertido sentimiento nacionalista (te guste más o menos, a mí me la trae floja y pendulona la política), el euskera, idioma vivo más antiguo del mundo, el carácter vasco;  fuerte, directo, pero incuestionablemente amable y hospitalario,  su peculiar arquitectura norteña y hasta sus apellidos son curiosos. Y Bilbao, aun sin ser su capital, es una ciudad insigne, para mí un reflejo urbano de esta tierra, en otros muchos puntos, dura, rural y montañosa. Añádele, para los más futboleros, a su Atlhetic, claro, siempre presente en la vida de la ciudad.

Por decir cosas más normales, y no dar tanta rienda suelta a mi enfermedad; un centro histórico bonito, animado y totalmente vivo, y la ría del Nervión, espectacular en su paso por la ciudad dejando varias fotos de postal, entre ellas la del Guggenheim.

Hala, ya he acabado, pues eso, que me ha encantado.