Historia

La ciudad la fundó un tal Diego López de Aro “el intruso” en el 1300. Yo flipo con la vida de alguna gente, yo que solo estoy en la vida para engrosar las estadísticas (en España hay 276000 tontos, pues uno de ellos soy yo), y hay gente que en su vida ha fundado ciudades y todo… en fin. De todas formas, por lo visto ya hacía un siglo o así que existía, pero sin nombre ni oficialmente reconocida ni nada.

Desde el primer momento, obtuvo ciertos privilegios por parte de la corte de Castilla, que favorecieron su proyección mercantil de tal manera que se convirtió en un importante puerto de comercio.

Y así transcurre su historia durante muchos siglos, con mayores o menores privilegios, extendiéndose más allá de sus murallas, como todas, pero siendo una ciudad principalmente comercial.

A finales del VIII y principios del XIX, perdió mucho esta condición comercial, sobre todo al sufrir las consecuencias de guerras como la de la independencia, o la invasión de las tropas de Napoleón.

Después vinieron las guerras carlistas, donde Bilbao se erigió como un centro neurálgico del señorío.

Y a finales del XIX, la ciudad creció y se expandió, se industrializó y enriqueció, y se creó su ensanche, y pasó a ser la ciudad principal de la zona. Es curioso ver el aspecto actual de la ría, y pensar en como era antes, repleta de industrias en su orilla.

         

Durante la guerra civil, republicana, como no, sufrió como todas, pero al acabarla, se potenciaron mucho las industrias, especialmente las que trataban el hierro, y pasó a ser una ciudad de acogida para muchos inmigrantes. En contraposición, fue reprimida a nivel cultural, prohibiendo sus tradiciones, instituciones y el euskera.

A finales del siglo XX sufrió los años de plomo, donde, igual que en toda Euskadi, sufrió la presencia de ETA, organización terrorista que buscaba la independencia del País Vasco, provocando atentados de distinta índole por todas partes, pero extorsionando a muchos empresarios vascos a través del impuesto revolucionario, y provocando una especie de ley del silencio entre la población, en muchos casos presionados y asustados ante las represalias de la banda terrorista. No obstante, aunque sus años más fuertes fueron en el último tercio del siglo XX, ETA nace en los años 50, cuando al estar en desacuerdo con la política acomodada del partido nacionalista con más adeptos, el PNV, un grupo de gente decide organizarse y pasar a las armas.  Afortunadamente, la banda desapareció por completo en 2011. Hoy en día sigue habiendo un sentimiento nacionalista entre gran parte de su población, pero ya liberados de la lacra del terrorismo.

En los años 70, una crisis se cargó la industrialización, Bilbao perdió inmigrantes y población (también porque algunos barrios se independizaron de la ciudad), y durante las siguientes décadas, la ciudad ha sido un ejemplo de renovación, pasando a ser una ciudad de servicios que ha sabido potenciarse mucho en una nueva dirección.