Debido a su privilegiada situación, no es de extrañar que su gastronomía sea una mezcla de mar y montaña. Algunos de sus platos más típicos son:

Suquet de rape y gamba roja: pues eso, rape y gamba con una salsita.

Mar y montaña: mezclar productos del mar y de la montaña, como por ejemplo langosta y pollo.

Botifarra dulce: la butifarra es muy tradicional en toda Catalunya. En este caso hablamos de butifarra con azúcar, canela y limón que le da un saborcito muy curioso.

Un producto muy curioso de la tierra, de toda Catalunya, pero tiene su origen en la provincia de Girona, es el cremat, una mezcla de ron, café, azúcar y diferentes especias al gusto, que se le prende fuego y cuando se apaga... ¡a beberlo!

                 

Xuxo: como postre o pasta, es un pastelito frito, extremadamente untado en azúcar, y relleno de crema. No engorda (no que va…jeje).

En la provincia también podemos destacar les anchoves (anchoas) de l’Escala, las patatas de Olot (rellenas de carne, rebozadas y fritas) o el arroz de Pals, de alta calidad.

Restaurantes, como en todas partes, te encontrarás de todo tipo: baratos, caros, kebabs, pizzas, chinos  y tradicionales de la comarca.

    

Como restaurante destacado, aunque poco asequible a muchos bolsillos:

El celler de Can Roca:carrer de Can Sunyer, 48. Ha sido nominado varias veces como el mejor restaurante del mundo. Son menús degustación entre 190 a 300 euros por cabeza más o menos. Si te brota el dinero hasta por el culo, y quieres  ir, pon en google reserva  Celler Can Roca, porque solo se puede reservar a través de su web oficial , rellenando un formulario y tal y tal y tal.