Su historia comienza en el siglo VII a.c. cuando era poblada por los íberos.

En el siglo II a.c. la invadieron los romanos, llamándola Iliberis. Hasta que la invadieron los visigodos convirtiéndola en una fuerte fortificación amurallada.

Aun y así, en el 711, las tropas bereberes la invadieron de nuevo y pasó a manos musulmanas, cambiado su nombre por Ilbira.

Pertenecía al califato de Córdoba, hasta que este desapareció y aparecieron los reinados de taifas, y en esos momentos, Granada, pasó a ser gobernada por los ziríes, una familia bereber. 90 años en los que se construyó otra muralla y la Alcazaba Cadima del Albaicín, de la que aún se conserva una de sus torres.

             

En 1090 pasaron a controlarla los almorávides, y en 1154 los almohades. Ambos construyeron cosas como las torres Bermejas y las puertas de las pesas.

En 1238 Muhammad ibn al Ahmar , tomó la ciudad que pasó a ser nazarí desde entonces hasta 1492. Fue una época donde la ciudad creció mucho a nivel cultural y artístico, y debido a su posición estratégica, pasó a dominar también Almería, Cádiz y Málaga. Supo mantener la paz con los cristianos durante mucho tiempo, con lo cual los musulmanes que huían de los territorios conquistados por los cristianos, iban a parar ahí. Legado de esta época son la mayoría de monumentos que se pueden ver por la ciudad, empezando por la Alhambra, que fue acabada de construir con su aspecto actual en el siglo XIV.

Fue el último reducto musulmán en toda la península, pero en 1492, tras haber cogido fuerza el cristianismo con la unión de las coronas de Castilla y Aragón, y tras diez años de asedio y resistencia, los Reyes Católicos tomaron la ciudad.

       

Como suele pasar en estos casos, pese a que prometieron libertad de pensamiento religioso, obligaron a judíos y musulmanes a convertirse al cristianismo, y eso provocó una huida masiva de la población, quedando el resto como moriscos o conversos.

En los siglos XV y XVI, Granada se cristianizó, se castellanizó, se destruyeron mezquitas para construir iglesias, como la catedral, y se convirtió en un importante núcleo cristiano. Se implantó el estilo barroco y escribieron sobre ella autores como Manuel de Falla o Federico García Lorca.

El resto de su historia la pasa sin nada destacable, más allá de los sucesos comunes con el resto del país (guerra civil, etc.).

Actualmente es la ciudad universitaria por excelencia en Andalucía y tiene un carácter hippie que atrae a mucha juventud.