La fundaron los fenicios, y después, como en todas partes, pasaron los romanos, los musulmanes, estos últimos dando una etapa de auténtico esplendor.

En el siglo XV la conquistaron los reyes católicos, y las múltiples mezquitas que construyeron los musulmanes, se convirtieron en iglesias católicas. Se empezó a construir la catedral.

       

Durante el siglo XVIII se crean muchas instituciones, y en el siglo XIX viene una etapa muy próspera económicamente debido a la creación de muchas industrias, y grandes empresarios se convierten en mecenas de la ciudad, como por ejemplo la familia Larios.

A finales del XIX y principios del XX la ciudad sufrió una crisis, la filoxera, una plaga que afecta a las viñas, hizo mucho daño y hundió muchas empresas del sector. Después la guerra civil, y una vez recuperada, se centró en el turismo, en potenciar la costa del Sol y los museos para intentar tener un turismo cultural de calidad.