CIUDAD SUBTERRÁNEA:
Nápoli no es solo caos, Nápoli no es solo gente amable y vivaracha, Nápoli no es solo pizza. Nápoli es también historia. Y esa historia queda muy bien reflejada en un espacio subterráneo que ocupa prácticamente todo el subsuelo del centro histórico.
La ciudad subterránea empezó a construirse en el 470 a.c., cuando los griegos estaban en la ciudad, como un medio de almacenaje de agua. Después los romanos la ampliaron con el mismo fin, y además construyeron nuevos túneles para facilitar su uso. Ya durante esa época, la toba, el material de tierra volcánica extraído del suelo para hacer los túneles, se utilizó para construir edificios. Y así siguieron haciéndolo durante siglos, de tal manera que el entramado de galerías subterráneas se hizo enorme. En el siglo XIX se prohibió seguir con tal actividad debido a que provocó una epidemia de cólera.
También en este siglo, Fernando II de Aragón, mandó construir el túnel borbónico, una serie de túneles que debían ser utilizados por las tropas para pasar de sus cuarteles al palacio real, y por los reyes en caso de tener que huir de la ciudad, que empezaba a sublevarse contra su autoritarismo, o de posibles ataques a Palacio. El túnel borbónico también forma parte, por lo tanto, de la ciudad subterránea de Nápoles. Durante la segunda guerra mundial, en la que la Nápoles fue duramente castigada, sirvió de refugio para los habitantes contra los bombardeos, e incluso mucha gente se quedó a vivir en ellos durante años al haber sido destruidas sus viviendas. Tras un tiempo de desuso y degradación, llegando a servir de vertedero, ya en el siglo XXI, se restauró y limpió para ser utilizado con fines turísticos.
¿Qué te vas a encontrar dentro de Nápoli subterránea? Realmente no lo sé porque no he estado, pero por lo que he leído y visto en algunas fotos, vas a ver un laberinto subterráneo, con pasos estrechos en algunos puntos y salas espaciosas en otros, donde se conservan algunas curiosidades, como objetos de la época, donde también han puesto vitrinas con temas relacionados con la historia de los túneles como si fuese un museo, y restos de la ciudad romana, como mercados, termas e incluso un anfiteatro grandecito, donde se dice que actuó Nerón durante un terremoto, y al cual se accede a través de una trampilla en una habitación de una casa del quartiere Spagnolo.
Es recomendable ir con calzado cómodo, porque los pasos no siempre son fáciles y además bajas hasta 50m de profundidad, con una chaquetilla aunque sea verano porque hay una especie de microclima donde hace más bien fresquito, y no bajar si eres claustrofóbico porque hay algunos puntos concretos donde el paso es tan angosto que te puede dar un yuyu si lo eres.
Las visitas suelen ser guiadas. Para hacerlo bien y no entrar a través de ningún piratilla que te venda una entrada más barata sin guía (que no vale la pena porque no te enteras de nada de lo que es y además en muchos puntos vas a oscuras), debes ir a la Asociación cultural Nápoles y la ciudad subterránea, y ellos te guiarán por todo el camino e incluso te darán una velita para los puntos menos iluminados. Para ello puedes ir a Piazza Trieste y Trento, junto al café Gambinus, y unirte al grupito que esté allí congregado. Desde Piazza Trieste y Trento, te llevan a un callejón próximo donde está la entrada a los túneles (Vico S.Anna di Palazzo).
También puedes hacer lo mismo en Piazza San Gaetano, 68, muy cerquita de vía Tribunali, aunque el recorrido no es el mismo, pero sí creo que es más de lo mismo. Es en esta donde está el anfiteatro.
De todas formas no está de más que te informes bien en tu hotel por si las cosas hubiesen cambiado desde el momento en que yo hago la guía, o para ver que entrada te interesa más.
Los horarios son de 10 a 18, y empiezan nuevos turnos cada dos horas para visita guiada en inglés y cada hora para visita guiada en italiano. Para visita en español hay que reservar, por ejemplo a este email: info@napolisotterranea.org.
La visita cuenta que dura más o menos una hora y media.
Por otro lado, la gallería borbónica, quizás menos cargado de historia aun sin ser manco, es para mí (aunque esto irá a gustos) mucho más interesante porque te vas encontrando muchos objetos que dejaron durante la segunda guerra mundial, incluidos coches y motos de la época. Mucho más espacioso que los túneles greco romanos, y hoy en día incluso objeto de eventos y celebraciones varias.
Dirección: Vico del Grottone. Allí está la entrada, un par de calles por detrás de la basílica de San Francisco en Piazza Plebiscito.
Visitas: Viernes, sábados, domingos y festivos.
Hora: 10:00-12:00 - 15:30-17:30
Duración: 1 hora y 15 minutos.
Las visitas guiadas son solo en inglés e italiano, aquí no hay para spanish people…
CERTOSA DI SAN MARTINO, CASTEL SANT ELMO Y VÓMERO:
Las mejores vistas de la ciudad, las obtendrás desde el Castel San Elmo o desde la Certosa de San Martino, ambas situadas en la misma colina junto al barrio de Vómero.
El Castel de Sant’Elmo es el más grande de la ciudad y es del siglo XIII, reformado en el XVI, mientras que la Certosa es un monasterio del siglo XIV que actualmente da cobijo al museo Nacional de San Martino.
Para mí, que paso bastante de los castillos e incluso de los museos, lo más espectacular del lugar son las vistas. Yo las vi desde un bar que se llama R&L que hay justo delante de la entrada del castillo. Creo que si subes arriba de todo del castillo, son aún mejores, ya que desde yo estuve, lógicamente no se veía la parte de detrás del castillo. Justo enfrente de la Cartuja, que está un poco más debajo de la entrada al castillo, hay un mirador.
De todas formas, para los que tienen un poco más de sentido del arte y la estética que yo, la Cartuja (Certosa es en italiano) de San Marino es espectacular. De estilo gótico en su exterior, pero barroco en sus detalles, tiene techos, frescos y esculturas de gran belleza artística. Aparte un claustro y un cementerio para los monjes de la época, adornado con calaveras, y un museo de belenes también digno de ver.
En ambos te hacen pagar para visitarlos, no recuerdo cuanto, pero has de sacar la entradita de rigor. En el bar también te hacen pagar, pero a cambio te sirven lo que les pidas.
El barrio de Vómero también vale la pena visitarlo si vas con un mínimo de tiempo. Se trata de un barrio de clase media acomodada, que no tiene nada que ver con la Nápoli que te encuentras en el centro. Mucho más cuidado, muy urbano y con bastante comercio y terracitas a según que horas. Lo ideal es pasear por alrededor de Piazza Vanvitelli, Alessandro Scarlatti y vía Enrico Albino, es la zona más bonita, con más actividad y es además donde te deja el metro.
Para llegar es fácil…metro en Vanvitelli y ya estás en pleno Vómero. Después hasta el Castillo y la Certosa tienes apenas diez minutos andando (consulta tu mapa o tu gps favoritos).
Otra forma de llegar sería con un funicular desde el centro (yo fui así). Esto sería yendo por vía Toledo hasta Piazza Caritá, allí coges la última calle que te encuentras cruzando la plaza a la izquierda, la del Ceralbi Caffe, y todo ese callejón, que en seguida se convierte en vía Pignaseca, recto, llegas a la estación de Montesanto. Además por el camino pasas por un mercado callejero (supongo que también depende de la hora que sea). Allí pregunta en taquilla que te informen, pero hay un funicular, en una vía un poco escondida a la derecha del todo, que te lleva hasta casi al lado del castillo.
Después para bajar del castillo, si tienes ganas de andar, puedes hacerlo siguiendo las indicaciones de centro storico, en una escalinata que hay junto al mirador enfrente de la Certosa. Bajas un montón de escaleras y rampas, y tienes unos quince minutos, pero pasas por sitios curiosos, como algunas casitas sueltas, altares religiosos, tropocientos grafitis y buenas vistas de la ciudad…y finalmente llegas al centro de nuevo en el quartieri spagnolo y de allí a vía Toledo.
CATACUMBAS DE SAN GENNARO:
Son unas catacumbas, una serie de galerías subterráneas con capillas y tumbas, que fueron primero cristianas, después romanas, y se consagraron a San Gennaro en el siglo V. El santo patrón de Nápoles fue enterrado allí en un principio, aunque después sus restos se trasladaron al Duomo. En esas catacumbas se enterró a todo tipo de gente; obispos, nobles, pero también a la plebe que era enterrada al mogollón en el suelo.
Por lo visto en las opiniones varias, es bastante curioso y vale la pena de ver.
Está muy cerca de Capodimonte, en vía Capodimonte, 13, junto a la Chiesa de la madre del Buon Consiglio. Los autobuses 168 y 178 salen de Dante, y el 178 también de Plebiscito, y te dejan al lado.
La entrada incluye visitas guiadas en italiano e inglés. Abierto de lunes a sábado de 10 a 17 y la domenica de 10 a 14.
CIMITERO DELLE FONTANELLE:
Las catacumbas de la fontanella, es una cueva que alberga un antiguo cementerio del siglo XVII, época de muchas desgracias en la ciudad y donde murió mucha gente a causa de guerras, pestes, terremotos y erupciones del Vesubio y se guardaron cadáveres alejados de las murallas de la ciudad para evitar cualquier contagio de enfermedades. Se siguió enterrando durante dos siglos a la gente que no tenía medios para criar malvas en otro sitio, y finalmente ya en el siglo XIX (o XX, no estoy seguro), un cura ordenó todas las calaveras que había y las puso en cajitas (muy apañico él). A finales del siglo XX se reformó la cueva para que pudiese ser visitada por el público, y ahora allí están como un lugar muy curioso para ver si vas con bastante tiempo.
Queda algo alejado del centro en el barrio de la Sanitá, un barrio humilde, en Vía Fontanelle, 80. Puedes ir en metro hasta Materdei y andar diez minutos por vía Bartolomeo Caracciolo (que no es la del metro pero está muy cerca) hasta vía Fontanelle. La entrada es gratis.
PALAZZO DI CAPODIMONTE:
Se trata de un palacio real construido en 1738, situado en la colina del mismo monte, que además de los Borbones que lo mandaron construir (Carlitos III), han vivido en él gente tan humilde como los Bonaparte o los Saboya.
Por fuera es espectacular, barroco y neoclásico, es una demostración de la fastuosidad que se gastaba la realeza de la época (no quiero decir con esto que los de ahora compren los muebles en wallapop…). Sus jardines, aunque en algún sitio he leído que mal cuidados, también están acordes con el resto de la finca, y tiene encanto perderse por sus bosques.
Su interior, para los amantes del arte, no es menos espectacular. Aparte de salas de auténtico lujo, es un museo. En la planta uno y parte de la segunda, obras de todo tipo de pintores italianos del siglo XIII a XVIII, como Cavaraggio, Tiziano o Rafael, por ejemplo. El resto del palazzo, son habitaciones abiertas al público donde se puede observar el mobiliario y el tipo de vida que llevaba la realeza de la época.
Vía Miano, 2. Desde Piazza Dante salen varios autocares, algunos ya los he nombrado con las catacumbas, que están muy cerca… el 168 y el 178. Este último sale también de Plebiscito.
Cerrado todos los miércoles, normalmente abren de 8:30 a 19:30, si bien pueden haber modificaciones en según qué épocas del año como Navidad o cerrar días puntuales.
La entrada cuesta un dinerico, gratis para menores de 18, con descuento para menores de 24 y bastante más barato el primer domingo de cada mes.
PORTAS DE ACCESO A LA CIUDAD ANTIGUA:
Como en tantas ciudades italianas, alrededor del centro te vas encontrando diferentes puertas de acceso a la ciudad, cuando la ciudad era solo en centro. Unas mejores conservadas que otras. Una de las más chulas está cerca de vía Duomo, y es porta Capuana, la de la foto.
CRYPTA NAPOLITANA:
Son unas galerías subterráneas, también conocidas como la gruta de Polisipo, y es un túnel romano del siglo I a.c. para comunicar el barrio de Polisipo con el de Fuorigrotta. En definitiva ruinas romanas.