- Al principio de la calle Estafeta, justo en una esquina, hay un pequeño marcador que indica los días, las horas, los minutos y los segundos, que quedan para que empiecen los sanfermines.
- El novelista Ernest Hemingway, fue un habitual de las fiestas de los sanfermines y escribió sobre ello, especialmente en su novela “fiesta”. De ahí que verás muchas referencias a él en la ciudad, e incluso hay una ruta sobre los lugares que habituaba, la mayoría ya desaparecidos (su primera visita fue en 1923 y la última en 1959, o sea que ha llovido…), entre los que destacan el hotel la perla (donde más se hospedó fue en el hotel Quintana, pero ya no existe) y el café Iruña, donde solía tomar algo, en la plaza del Castillo. La habitación del hotel donde se hospedaba, se puede visitar.
- Curiosidad muy conocida, y por lo tanto deja de ser tan curiosa, es que los sanfermines tienen su vestimenta oficial, que no es más que ir totalmente de blanco y con un pañuelo rojo. No está permitido (popularmente) atarse el pañuelo al cuello hasta después del chupinazo. Si eres de los que no ha encontrado hotel y vas a dormir en el parque, volverás con tus prendas blancas teñidas de negro, como le pasó a mi hermano.
- El patrón de Pamplona no es San Fermín, sino San Saturnino, el tipo que bautizó a San Fermín, santicos ellos, los dos. Esto sí es curioso.
- Pamplona es ciudad de paso en el camino de Santiago, de hecho, la primera. Con lo cual muchos turistas también vienen por este motivo.