Pamplona es chiquitita, y, aunque si lees otras guías más completas a fondo, siempre hay más cosas que ver, lo imprescindible estaría todo en el centro. Así que te la puedes ventilar en una mañana o una tarde, o en cualquier caso en un día completo, a no ser que seas de entretenerte mucho en cada monumento, museo, etc.