Básicamente productos típicos de toda la región con muchos ingredientes cultivados en sus tierras.
Algunos platos típicos son el pollo a la chilindrón, con una salsa con pimientos rojos y tomate, el ternasco de Aragón, el lomo a la zaragozana, que lleva una salsa de tomate, arroz a la zaragozana, que lleva carne frita en manteca de cerdo (ideal para el que quiera tener colesterol), huevos al salmorejo, que son huevos mezclados con carne y espárrago, y bacalao al ajoarriero, es decir mezclado con verduras.
Una tradición muy arraigada a la ciudad, como en toda España, es la de ir de tapas, aunque en cada región cambian un poco los platos que te ponen. En casi todo el centro encontrarás muchos establecimientos de tapeo, especialmente en las calles del tubo.
Para acompañar las tapas nada mejor que una buena cerveza Ambar o algún vino típico de la región. Una cosa también muy típica en Zaragoza cuando sales de fiesta, son los chupitos machacados, que le das un golpe, y con los ingredientes que llevan (de todo menos agua), hace unas burbujitas y para adentro.
También hay una gran variedad de repostería, como las frutas de Aragón, el Adoquin del Pilar, las Reliquias de Santa Águeda, el Lanzón de San Jorge, el Manto del Pilar o el Roscón de San Valero.
Podría conectarme a internet y poner mil restaurantes recomendados, pero solo me gusta poner los que he probado y me han gustado especialmente, desconociendo si al lado hay otro mejor o no, yo he probado y me han gustado esos, y en este caso nombro dos: el fuelle, en la calle Mayor, en el casco antiguo, comida tradicional aragonesa, y la republicana, en la calle Casto Méndez Nuñez, 38, también por el casco antiguo, y también comida típica aragonesa pero más de tapeo, aunque se coma en mesa. El primero, al ser platos, es más carillo que el segundo, aunque tampoco es un sitio especialmente caro.