Como suele ocurrir, hubo un primer asentamiento ibérico justo en su emplazamiento  llamado Salduba, pero quien realmente creó la ciudad, fueron los romanos en el 24 a.c. Se llamaba Caesar Augusta.

Después del imperio romano, la conquistaron los visigodos y los suevos, gobernando el rey Eurico.

Fue también tomada por los musulmanes en el siglo VIII, formando Medina Albaida Saraqusta, una ciudad importante dentro del Al Andalús.

En 1118, un tipo llamado Alfonso I el Batallador, conquista la ciudad y esta se convierte en la capital de la Corona de Aragón, y allí es donde viven sus reyes.

En el siglo XVI,  se produce un fenómeno social llamado las alteraciones de Zaragoza, que se trata de una rebelión popular para protestar porque el rey acusa a su secretario de asesinato y cuando este intenta manifestarse, derecho que tenían los zaragozanos, lo envía a la inquisición. Esto lo resuelve Felipe II a hostias y quitándoles el derecho.

              

Durante la guerra de sucesión, se decantan a favor de los Austrias, y al ganar los borbones, son desposeídos de todos sus derechos.

En el siglo XIX, les asedia Napoleón y también los carlistas, ambos sin éxito. Encima tienen una epidemia de cólera y la población se ve muy diezmada. No obstante consiguen prosperar económicamente.

Durante la guerra civil española, formaron parte del bando franquista.

Pasada la guerra, Zaragoza ha ido creciendo y evolucionando hasta convertirse en una de las ciudades más importantes de España, e incluso fue sede de la Exposición Internacional en 2008.