Recorrido por el centro histórico:

 

Empezaremos en Centraal Station. Más que nada porque te será fácil llegar hasta allí en transporte público porque es de donde parten todas las líneas de tranvías. Es la estación de trenes más importante del país, ubicada en un edificio grandote de más de cien años. Por allí seguro que encuentras alguna oficina de turismo donde conseguir un buen mapa si no lo traes de casa.

                                    

Subiendo por la avenida ancha que hay al lado de la estación, Prins Hendrikkade, y cambiando de acera, pasamos la iglesia de San Nicolás y enseguida vemos una pequeña plaza que nos introduce en la calle Zeedijk, una calle típica del centro, situada en el barrio rojo, estrecha, con mucho ambiente, bares variopintos y edificios típicos de la ciudad, que te llevará a una calle con canal, Geldersekade. Si sigues recto por esta, llegas a la plaza Niewmarkt.

                                    

Niewmarkt: es una plaza del barrio judío de Ámsterdam, situada junto al barrio rojo. Ámsterdam es una ciudad donde desde hace siglos ha habido muchos judíos, especialmente por esta zona. En medio de la plaza hay un curioso edificio del siglo XV, De Waag, que antiguamente era una puerta de acceso a la ciudad, y tras haber sido vivienda, museo y más cosas, en la actualidad es un café restaurante.

                                   

 

Si tienes interés en visitar la fábrica de diamantes Gassan Diamonds, baja desde la plaza Niewmarkt por Koningsstraat hasta cruzar un canal grande, Oude-Schas, y sigue hasta la calle paralela por abajo, Nieuwe UilenBurgerStraat, donde se encuentra la fabrica.

Desde aquí, si te interesa ver la casa de Rembrandt (ver museos), tienes que buscar en tu mapa la calle Joden Beestraat, que está cerquita.

Como yo pasaría de estas dos últimas cosas, sigo el recorrido donde lo dejé.

 

El siguiente paso corre de tu cuenta. Localiza la plaza Spui en tu magnífico mapa, y ve hasta allí. Se trata de una bonita y tranquila plaza con poco más a destacar. Un camino desde Nieuwmarkt podría ser, seguir recto por el canal Kloveniers-Burgwal, girar por Rusland, y virar a la izquierda por el canal Oudezigds hasta Grimburgwal. Desde aquí todo tieso, cruzando el canal Rokin, llegas a la plaza Spui. Pero es solo una opción que te propongo, en realidad da igual que vayas por un sitio u otro porque todos son similares y no hay nada especial más que disfrutar de las calles del centro de la ciudad.

                                        

 

Una vez en Spui, tienes que buscar el Begijnhof, cuyo acceso desde la plaza es una puerta en un edificio de ladrillos con el nombre del complejo en el marco. Es un patio interior, con unos bonitos jardines rodeados por casitas, que se construyó en el siglo XIX como residencia para mujeres solteronas y beatas, (aunque no eran monjas) que formaban en ese espacio una comunidad cerrada y profundamente religiosa. Hay incluso una iglesia dentro del Begijnhof. Esto era habitual en toda Holanda, aunque la que se conserva de Ámsterdam es esta. En el número 34 hay una casa de madera que es la más antigua de la ciudad. Actualmente la mayoría de las casas están habitadas pero para un uso normal, ya no están las beatas.

                                       

 

Vuelve a la plaza Spui, y desde allí vete al canal Singel (al otro lado de la plaza de donde has venido). Gira a la izquierda, y cuando llegues a la calle Koningsplein, te encontrarás con el mercado de las flores (Bloemenmarkt), un mercado de flores (elemental querido Watson) muy curiosito, situado sobre un canal y que también suelen recomendar todas las guías.

                                     

Desde el mercado de las flores, busca la plaza Rembrantplein,  a unos 5 minutos en dirección contraria de donde venías. Es una de las más emblemáticas de la ciudad y donde hay más ambiente tanto de día como de noche.

 

Volviendo de nuevo por el mercado de las flores, o por donde te de la gana,  llegas a la calle Leidsestraat, que desemboca en la plaza Leidseplein. Se trata de una zona con muchas tiendas, restaurantes de todas las nacionalidades, muchos de ellos baraticos, y con mucho ambiente nocturno y diurno.

                                      

Si tienes interés en ver el Rijks Museum (ver sección museos), desde la plaza Leidseplein gira a la izquierda por Stadhouderskade, cambia de acera y te lo acabarás encontrando. Incluso aunque no entres, es visita obligada, tanto por la belleza de su edificio, como para ver  la explanada de los museos (justo detrás del edificio que se puede atravesar por abajo) donde están las letras de I Amsterdam y hacerte la foto típica de la ciudad. De todas formas si vas más de un día, yo lo dejaría para otro recorrido, ya que por allí también están la Heineken (si quieres hacer una visita), el barrio de De Pijp y el parque Volenpark, también imprescindibles a no ser que hagas una visita relámpago. Y aunque están al lado, ya no están en el mismo centro.

 

Volviendo a Leidseplein y bajando por Leidsestraat de nuevo, llegamos hasta el canal Prinsengracht, por el cual giramos a mano izquierda y lo recorremos. Por debajo de este canal y a partir del canal Leidsegracht, es el barrio de Joordan, el bohemio de la ciudad (aunque a mí me parecen igual de bohemios todos los del centro). Antiguo y tradicional barrio obrero que ahora se aburguesado y está lleno de restaurantes y tiendas de moda. Para más información ver sección distritos de esta misma truñoguía.

                                   

En este barrio, en el canal Prinsengracht con Leliegracht, está la casa de Ana Frank (ver museos).

 

Bajando desde el canal Prinsengracht, por la calle Westermark (antes de llegar a la del museo de Ana Frank), que después se convierte en Raadhuisstraat, llegamos a la plaza principal de la ciudad, la plaza Dam.

Plaza Dam: Es el punto principal de la ciudad y desde donde se creó. Aquí se hizo la primera presa sobre el río Amstel (aunque ahora ya no haya río en la plaza), y a partir de ahí vino todo lo demás. Es una plaza cargada de ambiente y de edificios históricos donde vale la pena pararse a saborearla un rato. Destaca en ella el obelisco que hay en medio, denominado monumento nacional, que es un homenaje a los caídos de la segunda guerra mundial, y el palacio real, construido como ayuntamiento en el siglo XVII, y actualmente sede de diversos eventos oficiales.

                                     

 

Cruzamos la plaza y giramos a la derecha por la calle Damrak, muy comercial y bastante anchita ella, hasta que nos cansemos y giramos a la derecha por cualquier callejón adyacente, y nos daremos de morros con el barrio rojo, que empieza a partir de la calle Warmoesstraat. El barrio rojo, una de las principales atracciones de la ciudad, es la zona del sexo, con muchos coffeeshops, sexshops, un museo erótico, pero sobre todo, lo que más llama la atención, las mujeres que fuman exhibiéndose en los escaparates en ropa interior para captar la atención de los posibles clientes. Las dos calles principales del barrio son Oudezijds Voorburgwal y Oudezijds Achterburgwal.

También destaca en este barrio, curiosamente, una iglesia, la de Oude Kerk, situada entre Warmoesstraat y Voorburgwal, que es del siglo XIV y actualmente está rodeada de sexshops y luces rojas por todas partes.

                                               

Si volvemos a la calle Zeedijik, que está por allí, volvemos al punto de partida y podemos coger el tren de vuelta en Centraal Station.