Pisa

 

¿Quién no conoce Pisa? ¿Quién no tiene pensado visitarla al hacer un viaje a Italia que incluya unos días en la Toscana? ¿A quién no le hace gracia ver o incluso subir a su famosísima torre inclinada?  Pues bien, a mi no me gustó. Aunque debo reconocer que fue por mi culpa. Creo que traía de casa una imagen demasiado romántica de la capital de la torre inclinada. Me imaginaba una plaza no demasiado grande, rodeada de edificios muy antiguos y ambientada con gente tomando capucchinos en sus terrazas, y en medio, tan accesible que hasta te podrías mear en sus paredes, la torrecita de marras. Un enclave urbano muy natural. Pero no… se trata de un enorme descampado de césped donde detrás de una muralla aparecen expuestos para los turistas tres edificios muy emblemáticos, la torre o campanile, el baptisterio y el Duomo. La muchedumbre y las colas son espantosas, aunque supongo que también dependerá del día de la semana o la época del año que vayas.

Seguramente para los amantes del arte y la arquitectura, los tres tienen muchos encantos, pero para un tío como yo que siempre digo que soy un turista urbano, su entorno le hace perder bastante gracia.

            

El centro que está por allí cerca, es histórico compuesto por edificios antiguos en su mayoría (como casi todos los centros de Europa), con edificios muy parecidos a Florencia, pero con menos gracia. Y el resto de la ciudad es simplemente fea. Edificios la mayoría blancos y no muy altos que no tienen nada de especial y bastante residencial. El río Arno también pasa por allí.

La torre inclinada, a la cual yo no pude subir por obras, pero imagino que ya se debe poder, es del siglo XII, mide 58,36 metros y es el campanario de la catedral. Su inclinación se debe a la naturaleza del suelo sobre el cual está construida, muy pantanoso, que provocó que se inclinará casi inmediatamente después de ser construida.

De hecho, no es la única torre inclinada de Pisa. Hay dos más, una en la vía Santa María, que es el campanario de la iglesia San Nicola, y otra en el paseo fluvial delle Piagge, que es el campanario de la iglesia San Michele degli Scalzi, que también está inclinada. De todas formas, ninguna de estas dos son tan bonitas ni espectaculares como el famoso campanario del Duomo, pero para mí su entorno es más atractivo, más que nada en la primera, situada en pleno casco antiguo. No vale la pena ir a verlas.

Pisa se encuentra al oeste de Florencia, ya cerquita del Mediterráneo. Es la capital de su provincia y tiene alrededor de 90.000 habitantes. Para llegar has de coger la autopista que va de Florencia a Livorno. Supongo que vendrá bastante bien indicado, ya que Pisa es un lugar que quiere pisar mucha gente (graciosillo el nene ¿eh?). La distancia que separa ambas ciudades es de 115 km.