Transportes

 

Si llegas en avión, el aeropuerto de Barajas, llamado Adolfo Suarez, tiene paradas de metro. A la vuelta has de llegar con bastante antelación al aeropuerto porque es inmenso y te puedes perder (por experiencia lo digo, un poco más y pierdo el avión).
 
El tren te puede dejar en Atocha o Chamartín, y ambas tienen parada de metro. Los de alta velocidad te dejan en Atocha.
 
                                 
 
En autocar te dejan en la estación sur, en la calle Méndez Álvaro y también tiene parada de metro.
 
Como es de suponer, con tropocientas mil líneas de autobuses, has de conocer un poco la ciudad para aclararte de cual te va bien (o utilizar google maps que te lo chiva todo, claro). Mejor hacer uso de un metro magnífico que llega a casi todos los puntos de la ciudad e incluso a muchos del área metropolitana. Tiene 13 líneas en total y es el segundo más grande de Europa después del de Londres. Hazte rápidamente con un plano, y si estás acostumbrado a leer planos de metro de tu ciudad, no tendrás ningún problema en llegar a los sitios. El primer viaje te costará caro, porque has de comprar una tarjeta que cuesta unos tres euros, más o menos, y que después rellenas con lo que te interesa,(viaje individual, tarjeta con varios viajes, etc.). Es recomendable guardar esta tarjeta si tienes que volver a Madrid, porque no sé si tiene caducidad, pero creo recordar que no era de año en año, duran bastante.
 
Los taxis son blancos con una franja roja en diagonal en las puertas delanteras, como si se tratase del Rayo Vallecano.
 
Si vas en coche, aparte de que el tráfico a según qué horas hace que te entren ganas de dejarlo en medio de la calzada y salir corriendo, y de que la conducción en Madrid es bastante “atrevida”, has de tener en cuenta para desplazarte por los distintos barrios, y más cuando la mayoría de sus calles no siguen un trazado uniforme, que hay varias carreteras que pasan por en medio de la ciudad y te permiten evitar atravesarla por en medio de la aglomeración urbana. La M30 y la M40 son dos anillos concéntricos, la primera bordea los barrios del centro de la ciudad y la segunda la rodea por sus barrios residenciales. La M45 la bordea por el sureste, y la M50 por el norte. 
Evidentemente en horas punta se ponen a petar.