Tocaría bajar hasta el río, pero antes hacer parada en uno de los puntos más interesantes de la ciudad, muy cerquita del centro.

 

PLAZA ESPAÑA:

 

Es una enorme plaza construida en 1929 con motivo de la expo de ese año. Está dentro del parque de María Luisa. Es muy curiosita, tiene forma semicircular simulando el abrazo de España a sus colonias, y está encarada al río porque es por donde hay que emprender camino hacia América. Tiene un canal que cruzan cuatro puentes que simbolizan las cuatro antiguas coronas de España; Castilla, León, Aragón y Navarra, y 48 balcones en el suelo que representan, a través de azulejos, todas y cada una de las provincias de España.

Al lado de estos balconcitos, Top manta de abanicos y pañuelos a buen precio. Y gitanas que te quieren leer la mano; no te dejes engatusar porque te insisten en que es gratis, te acosan, se echan encima de ti aunque les digas que no y después se ofenden si no les pagas.

              

 

PARQUE DE MARIA LUISA:

 

Justo debajo de plaza España. El típico pulmón de la ciudad, con su estanque, pabellones, museos, arbolitos, caminitos y todas esas cosas que tienen este tipo de parques. Supongo que quedaría mejor si digo “un remanso de paz y un reencuentro con la naturaleza, que nos hace olvidarnos, por momentos, que estamos inmersos en el contexto de una gran ciudad”. Pues hala, eso.

 

Para ir a esta zona, o para volver a tu hotel desde aquí, tenemos parada de metro de plaza España.

 

Si volvemos hacia el centro, pero esta vez siguiendo el río llegamos al barrio del Arenal y encontramos:

 

 

TORRE DEL ORO:

 

Es una torre almorrana… ¡ay perdón! Albarrana. Está enfrente del Guadalquivir a la altura más o menos de la Maestranza y debe su nombre a que cuando se construyó, su reflejo sobre el río era dorado. No hay mucho que decir, más que la construyeron los árabes en el siglo XIII y que es curioso de ver ese monumento allí en medio al ladico del río. En su interior alberga el museo naval. Es uno de los símbolos de la ciudad.

               

 

MAESTRANZA:

 

La plaza de toros. Un templo para los taurinos, un infierno para los antitaurinos, y un edificio bonito y emblemático, muy sevillano él con sus típicos colores blanco y albero, para el resto. Alberga también en su interior el museo taurino.

 

PUENTE DE TRIANA:

 

En realidad se llama puente de Isabel II. Es del siglo XIX, está bien, es bonito, pero para mi gusto tampoco es que sea la leche como para ir expresamente. Pero es otro símbolo de la ciudad, y sobre todo que ya que a Triana has de ir, pues pasa por allí, que está casi al lado de la Maestranza. Y lo que sí está muy bien, es la vista del río y todo su entorno desde el puente, esa foto vale muchísimo la pena.

                 

 

TRIANA:

 

Antiguo barrio de gitanos (ahora ya no), cuna del flamenco y barrio muy tradicional de Sevilla con callejones encantadores y casitas muy típicas y coloridas con imágenes de vírgenes por todas partes. Te puedes encontrar algún que otro tablao flamenco, muchos bares de tapas y talleres artesanos de alfarería, que también es muy tradicional del barrio. Y alguna que otra iglesia como la de Santa Ana. También hay por allí una calle peatonal, anchota ella para ser Triana, y con mucho comercio y bares, que es San Jacinto, y muy cerca el mercado de Triana. 

Por lo demás, aconsejable comer por la calle Betis (si es cenar casi mejor, bonita la imagen del Guadalquivir de noche, aunque, sea de día o de noche, barato no será), en la ribera del río, y pasear sin ton ni son por las calles más cercanas a esta. No son muchas calles en realidad, a partir de Pages del Corro, ya es un barrio muy normalito, que, aunque administrativamente sigue siendo Triana, ya es la expansión de este con el paso de los años.