San Marco

Es la zona más comercial, el centro histórico de la ciudad de los Dux. Los callejones comprendidos en el triángulo de oro, que lo forman la plaza San Marco, el puente de Rialto y el de la Academia, están repletos de comercios y atestados de gente, principalmente turistas.

 

El vaporetto te deja en Piazza San Marco, sin duda el lugar más emblemático de la ciudad y donde más tiempo te vas a entretener.

 

¿Qué hacer en la piazza San Marco?: lo primero te puedes hacer la foto típica rodeado de palomas, te echas un poquito de comida en la mano, y pronto las tendrás hasta encima de tu cabeza (que guay ¿verdad?, sé que para muchos puede ser repugnante, pero a mi me gustó). Parece ser que las palomas venecianas están tan acostumbradas al turismo como el resto de la ciudad.

                                                

                                              Enfermito de ciudades, de joven, intentando que se le caguen las palomas encima          

 

También te puedo decir que no hacer en esta plaza; tomarte algo en una de sus terracitas. En el año 2001, a mi me costó 30 Euros (o el equivalente en liras por aquel entonces) tomar dos cervezas, pues en la cuenta te incluían la orquesta que había al ladito nuestro “dale que te pego con la musiquita” (¡estupendo!, muy majetes ellos). Cuando he vuelto ya no lo he hecho, por supuesto.

                                         

 

La plaza es preciosa; edificios muy antiguos (las procuratie se llaman), repletos de arcadas, de un color grisáceo muy afectado por la humedad, que le da un toque irreal y da la sensación de que estás ante un decorado (sí, ya sé que es un poco rara la descripción, pero es el efecto que a mí me produjo).

 

Depende de la época del año en que se vaya, es aconsejable llevar calzado impermeable, pues es fácil que os la encontréis inundada. Entérate antes de ir, consultando a tu hombre del tiempo favorito.

 

A un ladito de la plaza, enfrente de la basílica y el palacio ducal, está el Campanile. Es la torre más alta de Venecia, con 98 metros, con lo cual ya se puede imaginar uno que desde su observatorio gozas de una excelente vista de toda la isla y las de alrededor. La entrada cuesta dinero, aunque creo recordar que no era excesivamente cara. Se puede visitar de 9:30 a 15:45. Hay ascensor.

 Se construyó en el siglo IX, pero se volvió a reformar en el siglo XVI, y a principios del siglo XX se derrumbó cobrándose una víctima; un gato. Volvió a ser construida respetando la misma forma.

 

La Basílica de San Marcos, se puede visitar de 10 a 17 horas, pero los festivos solo de 13 a 17 h.  Fue construida en el siglo XI. La entrada es gratuita pero dentro hay otras salas que sí son de pago (para saber su contenido leer otra guía). Lo más destacable es la tumba de San Marcos y la pala d’oro, unos esmaltes que narran la vida de Jesús y sus apóstoles en dibujitos.

                       

 

En la parte norte de la plaza, al final de las procuratie, podemos ver la Torre de lOrologio, con el famoso reloj de la piazza San Marco y una estatua de un león alado símbolo de Venecia. Dicen que si le agarras los huevos con la mano al león, te verás dotado de una gran fertilidad.

 

                         

Palazzo Ducale: al ladito de la basílica, es la antigua residencia de los Dux. Para mí bastante más interesante que la basílica, pero esto va a gustos.

Es de pago y suele haber bastante cola. La entrada te incluye la visita a más sitios, especialmente museos, con lo cual, si tienes la intención de visitar alguno, entérate bien antes de pagarlos por separado. Abren de 9 a 17h de noviembre a marzo y de 9 a 19h el resto del año. Hay visitas guiadas, por si quieres enterarte un poco mejor de que es lo que están viendo tus ojitos.

Es de estilo gótico y barroco.

Dentro hay un poquito de todo, frescos de artistas famosos como Tintoretto entre otros, habitaciones decoradas rememorando la vivienda de los Dux, vitrinas con objetos de la época (hay hasta un cinturón de castidad), salas gubernamentales, como el senado, la armería y las prisiones donde encerraban a los señores que se portaban mal (como el mítico Casanova), a las que se accede por el interior del puente de los suspiros, llamado así por los suspiros que proferían los que por allí eran conducidos a su cautividad.

 

Si eres amigo de visitar museos, en esta plaza hay varios; el museo civico correr y el del Risorgimento que están en el mismo edificio y el lado opuesto de la plaza de donde se encuentra la basílica, y que tratan la historia de la ciudad. El museo archeológico, con esculturas griegas, romanas y egipcias (¿que tendrá que ver esto con Venecia?), entradas baratitas, abierto de 10 17h los laborables y situado en la esquina con la piazzeta San Marco.

 

Piazzetta San Marco:  ya tocando al muelle se encuentra la piazzetta San Marco, continuación de la piazza San Marco. De hecho aquí se encuentra el palacio Ducal. Por allí verás dos columnas que es donde hacían antiguamente las ejecuciones (por si quieres hacerte una foto con la cabeza metida entre ellas y la lengua fuera).

                       

Un poquito más allá puedes ver el puente de los suspiros desde fuera (muy típica la foto sonriente con el puente detrás tuyo).

               

 

Con esto concluyo la visita a San Marco. Llegó el momento de usar las piernas.

 

Plazas principales por los alrededores; campo S.Mauricio, campo S.Stefano, campo S.Angelo y campo S.Fantín, que es donde está el famoso teatro la Fenice. Todas ellas con su iglesia y por el camino, entre el laberinto de callejones, te irás encontrando canalitos.

                          

               

 

Entre piazza San Marco, y subiendo hacia el Gran Canal a la altura del ponte di Rialto, pasarás por les Merceries, que son las calles con más comercios de la ciudad, ya desde la época de los Dux.

 

Una vez en el ponte di Rialto, te echas cuatro fotos (si te echas cinco nadie te va a decir nada), observas la belleza del entorno, y te vas a donde te de la gana. Yo sigo explicando otros barrios.