Pequeñas y tontonas curiosidades:

 
- Una prenda tradicional que simboliza al cordobés es el sombrero de ala ancha, normalmente negro con una franja. Es evidente que la gente no va por la calle con el sombrerito de marras, es solo una prenda tradicional que se utiliza en eventos festivos, algo así como la barretina en Catalunya.
 
 
Traje típico cordobés
 
- En un callejón que acaba justo en la parte sur de la Mezquita (la cara más cercana al Guadalquivir) y poco antes de llegar a ella, hay un local de baños árabes que por unos 30 euros por cabeza puedes disfrutar de baños termales y un buen masajito, aunque sin final feliz, en un ambiente de tranquilidad y relax que te deja como nuevo. Toda la decoración es árabe auténtica, ya que está reformada sobre los baños termales que tomaban estos individuos tan antiguos.
 
- Una cosita que me llamó negativamente la atención, es la cantidad de yonkis que había por la calle, supongo que como en cualquier otra ciudad, pero aquí se dejan ver bastante porque ejercen de “guardacoches”; cuando tú te dispones a aparcar tu vehículo en alguna zona más o menos céntrica, es probable que te aparezca un sujeto con una sonrisa profident superpuesta a una cara demacrada y semidescompuesta, pidiéndote dinero a cambio de vigilarte el coche. Seguramente son gente muy enrollada, sobre todo teniendo en cuenta que les estás pagando por vigilarte el coche de ellos mismos. Es como pagarle al ladrón para que no te robe o te haga un destrozo. Esto cada vez existe menos porque parece ser que el ayuntamiento por fin ha puesto cartas en el asunto.
 
- En verano, es tal el bochorno, que ponen toldos en las calles más céntricas para proteger un poquito del sol y hacer más llevaderos los paseos
 
- Un día estaba yo en la plaza de las Tendillas, pues venía de tomar una cañita en el bar Correo, y de repente dieron las nueve (suele pasar una hora después de las ocho…). Y oí unos acordes de guitarra que tardé unos segundos en darme cuenta (sí, soy cortito, lo sé) de que estaban anunciando el cambio de hora de una manera original y tradicional. En vez de sonar las campanadas, suenan acordes de guitarra, ¡ea!.
 
- Durante toda tu estancia en Córdoba te aconsejo que a menudo vayas canturreando para ti mismo la canción que dice así: “soy cordobés, de la tierra de Julio Romero, el pintor de la musa gitana, Córdoba sultana, cuanto te quiero…”. Yo lo hago siempre que voy, y es cada año, y la verdad es que me produce bastante placer. Lástima que por escrito no pueda plasmar la música.