Los neoyorquinos

Los neoyorquinos no destacan por su simpatía y hospitalidad. En general van mucho a la suya, no se paran a mirar al vecino, y mucho menos al desconocido y pierden un poco la paciencia si el turista pretende robarles demasiado tiempo.

 
 
                     
 

Tampoco es que el turista sea mal visto, ya que están más que acostumbrados, pero siempre y cuando no pretenda interrumpir ni por un momento el alto ritmo de vida de que hacen gala, y es que yo siempre he pensado que el estrés y las prisas agrian mucho el carácter. No hacen demasiados esfuerzos en entenderte, lo cual a no ser que tengas un nivel alto de inglés, resulta a veces difícil porque el acento americano es bastante diferente del inglés que aprendemos en Europa. De todas formas, es muy fácil dar con alguno de los muchísimos latinos americanos que viven en la ciudad, que si pillas a uno amable (de todo hay) te hablará en español. 

Debo decir, aunque este tipo de cosas no se suelan poner en las guías, que debe ser la única ciudad que he visitado, donde paseando por las partes más céntricas, el nivel de las mujeres me pareció bajísimo. Supongo que con los hombres pasará lo mismo, pero yo me fijaba en las mujeres.  Bastante tendrá que ver la forma de vestir y de cuidarse. Esto no coincide con las películas. Conclusión: los neoyorkinos y neoyorkinas deben flipar cuando vienen a Europa.

Por lo demás, nada que no sepamos todo el mundo de Nueva York; multicultural, mucho descendiente de italianos, irlandeses (a estos dos no los distingues), latinos y negros (a estos dos sí), y en general, unos minoritarios y otros con más presencia, pero gente descendiente de todos los lugares del mundo (This is América).  Lo que más hay en realidad, son judíos, y no necesariamente hassidim (los de las barbas y las trenzas), y suelen ser los que tienen más pasta.También una mayor diferencia entre clases sociales de lo que solemos ver en Europa.