Los sevillanos son gente singular, que contribuyen a dotar a la ciudad de ese color que la hace diferente. Son simpáticos, extrovertidos y muy hospitalarios. Cualquier desconocido con el que estableces conversación, te trata con amabilidad y espontaneidad,  como si te conociese de toda la vida. Aparte tienen una gracia natural, con ese seseo que les caracteriza y esa tendencia a tirarse al cashondeito a la mínima ocasión. 
 
Como suele pasar con las grandes capitales, Sevilla no es una ciudad bien vista en el resto de Andalucía, para ellos los sevillanos tienen fama de chulitos y liantes.
 
Normalmente suelen cuidar bastante el modo de vestir, ves por la calle bastante pijillo/a a la andaluza, chicos con el pelo engominado y camisa arremangada y chicas con su faldilla, blusa y  tacones. Evidentemente hay de todo en la villa del señor, pero si he notado este perfil más extendido que en la mayoría de las ciudades que he visitado.