Historia

 

No se puede hacer una guía de Roma sin hacer mención, aunque sea de forma muy breve, a su historia, dado que en ella reside precisamente uno de los mayores atractivos de la ciudad.
 
Se fundó en el 753 a.c., según cuenta una leyenda, por dos personajillos criados por una loba, Rómulo y Remo. La realidad es que distintas tribus latinas se asentaron sobre siete colinas y fueron juntando sus pueblos hasta formar la ciudad.                            
 
 
Durante los siguientes años y hasta el 27 a.c., se instauró la república romana, donde Roma pasó a ser el gran dominador de toda la península itálica.
Pero el gran momento de Roma, la historia que todo el mundo conoce, la de las películas de Ben-hur y los libros de Astérix, la de los Césares y el senado, las legiones, los gladiadores y los leones, y la que en definitiva fue la cuna de la civilización occidental y que tantas cosas aportó para sentar las bases de posteriores civilizaciones a nivel, político, arquitectónico, lingüístico y muchos “icos” más, fue la de la etapa comprendida entre el 27 a.c. y el 476 d.c. En esta etapa el imperio romano dominó tres continentes y llegó hasta los 70.000.000 millones de habitantes, con 1.500.000 solo en la ciudad de Roma, lo que en aquella época era una auténtica barbaridad. 
 
               
 
 
En el siglo IV el imperio se dividió en Oriente y Occidente.
 
La progresiva decadencia del imperio romano acabó con la invasión del imperio de Occidente por parte de los pueblos bárbaros en el 476 d.c. El imperio de Oriente, cuya capital era Constantinopla, todavía aguantó unos cuantos siglos más.
 
Durante la edad media, Roma fue una ciudad decadente, sometida al imperio Bizantino y a los Lombardos después, y su población llegó a bajar incluso hasta 20.000 habitantes (increíble si lo comparamos con las cifras anteriores). Pero fue en esta época cuando se erigió como centro del cristianismo y lugar de residencia de los Papas (aunque a Papa Noel no se le llegó a ver por ahí), llegando a ser incluso capital de los Estados Pontificios (una monserga creada por algunos estados cristianos que eran independientes). Como todo el mundo sabe, todavía hoy es centro del cristianismo ya que en medio de la ciudad está el estado independiente del Vaticano, donde residen el Papa y toda su trope.
 
Durante el Renacimiento tuvo una gran relevancia a nivel artístico y cultural, especialmente como impulsores del neoclasicismo. Económicamente, no obstante, seguía siendo una ciudad con muchos problemas.
 
Con la reunificación de Italia y la conquista de la ciudad por parte de Vittorio Emanuelle II, pasó a ser capital del reino de Italia en 1871.
 
Durante el siglo XX el país entero se vio sometido a la dictadura de Mussolini y su alianza con los nazis. La ciudad creció mucho, sobrepasando el millón de habitantes, pero también fue dañada por los bombardeos.
 
 
Después de la segunda guerra mundial Roma creció mucho a nivel económico y durante los años 50 y 60 llegó a una situación de bienestar que llegó a denominarse “la dolce vita”. Durante los 80, la ciudad alcanzó prácticamente la población actual.